BARCELONA 11 Abr. (EUROPA PRESS) -
La iniciativa europea Graphene Flagship, fundada en 2013, ha anunciado este lunes la creación de un grupo de trabajo específico que investigará sobre la aplicación de implantes biomédicos hechos de materiales de dos dimensiones como el grafeno, que interactúan con el sistema nervioso para abordar enfermedades como el Parkinson, la ceguera y la epilepsia.
La iniciativa, pionera en el mundo, está liderada por el investigador de la University of Manchester (Reino Unido) Kostas Kostarelos y por el profesor Icrea del Instituto Catalán de Neurociencia y Nanotecnología (ICN2) José Antonio Garrido, que han presentado el proyecto en rueda de prensa en Barcelona, donde se han reunido expertos en este ámbito.
Graphene Flagship, coordinado por la Chalmers University of Technology (Suecia), está financiado por 1.000 millones de euros para un periodo de diez años, cuenta con 150 miembros de 20 países europeos y desarrolla 15 paquetes de trabajo sobre investigación básica, materiales, salud y medio ambiente, energía, sensores, electrónica flexible y espintrónica.
Este paquete se centrará en tres líneas de investigación: implantes de retina para pacientes ciegos con el nervio óptico intacto; implantes corticales para monitorizar la epilepsia, e implantes en el cerebro para el Parkinson y la depresión profunda, además de otras aplicaciones en el sistema nervioso periférico.
MÁS FLEXIBLE Y BIOCOMPATIBLE
El grafeno es un material bidimensional "delgado hasta el límite estable que existe" porque está formado por partículas de un átomo de espesor que cubren áreas muy extensas, hecho que permite obtener más información, además de hacer que sea más flexible que otros materiales conductores.
Tiene más estabilidad química --menos reactivo--, es más sensible --mejor conductor-- y es más "biocompatible" que otros materiales, de manera que el implante es más duradero que si fuera de otro material, según la investigadora del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (Csic)-Instituto de Microelectrónica de Barcelona (IMB-CNM), Rosa Villa, quien ha dicho que el grafeno supone "un cambio en las interfaces neuronales del futuro".
PREDECIR ATAQUES EPILÉPTICOS
En la enfermedad de Parkison, este implante permitiría reducir el temblor de los pacientes mediante la combinación con fármacos; en epilepsia, se monitorizaría la actividad cerebral, hecho que permitiría predecir un ataque mediante la transmisión de información a un dispositivo móvil.
La estimulación en el caso de la depresión profunda ayudaría a reducir el estado depresivo del paciente, y el implante en la retina estimularía el nervio óptico que, mediante una cámara, facilitaría al paciente recuperar "cierto nivel de visión", según Garrido.
Otra aplicación de este material radica en la movilidad, puesto que los implantes corticales con grafeno pueden trasladar la información del cerebro a un dispositivo electrónico que dé la orden de moverse a la silla de ruedas, según ha ejemplificado el investigador.