BARCELONA, 27 Oct. (EUROPA PRESS) -
Un estudio liderado por el Instituto de Investigación Sant Pau (IR Sant Pau) y el Hospital de Sant Pau de Barcelona ha mostrado que la aplicación precoz y coordinada de un protocolo "integral" de atención mejora significativamente la recuperación funcional tras una hemorragia intracerebral espontánea, una de las formas más graves de ictus.
El trabajo, publicado en la revista 'Neurology', confirma que la atención "rápida y estandarizada" también es determinante en el ictus hemorrágico, igual que en el isquémico, y muestra que las medidas clínicas de las primeras horas pueden marcar la diferencia en la evolución funcional del paciente, informa Sant Pau en un comunicado este lunes.
Los resultados apuntan a la necesidad de organizar circuitos asistenciales específicos para la hemorragia cerebral --los códigos ICH-- que permitan activar "de forma inmediata" los recursos sanitarios necesarios y garantizar la aplicación precoz de las intervenciones que salvan tejido cerebral y reducen secuelas.
Entre el 10% y el 15% de ictus son hemorrágicos, provocados por la rotura de un vaso sanguíneo y la acumulación de sangre dentro del cerebro: tienen peor pronóstico, con una mortalidad que puede superar el 40% y una elevada tasa de secuelas graves.
RESULTADOS
El estudio ha analizado más de 1.800 pacientes atendidos en los 28 hospitales públicos catalanes de la Red de Atención de Ictus entre 2020 y 2022.
Los investigadores comprobaron que la recuperación funcional mejora significativamente aplicando pronto un conjunto de medidas médicas simples y protocolizadas --denominada 'care bundle control' (CBP)--, que incluye el control rápido de la presión arterial, glucemia, temperatura corporal, oxigenación y la reversión del tratamiento anticoagulante.
El estudio confirma, en esta población, los hallazgos del ensayo clínico internacional Interact3, y muestra que el efecto beneficioso se mantiene durante un periodo más prolongado de lo previamente descrito, incluso en pacientes que llegan más tarde al hospital, aunque el efecto es mayor cuanto antes se produzca la llegada.
Los pacientes en que se consiguieron todos los objetivos del protocolo en las primeras 24 horas tuvieron un 66% más de probabilidades de alcanzar una recuperación funcional favorable a los tres meses, con beneficios "especialmente marcados" en quienes llegaron al hospital antes de las 8 horas desde el inicio de los síntomas.
MEJORAR LA ADHERENCIA
El trabajo revela también que en solo 1 de cada 4 pacientes se consiguió el cumplimiento completo del protocolo, lo que indica la necesidad de "mejorar la adherencia" a estas medidas en toda la red asistencial.
Aun así, los resultados fueron consistentes en todos los tipos del hospital, lo que demuestra que se trata de "intervenciones de bajo coste, fácilmente aplicables y con gran impacto clínico".