MADRID, 7 Mar. (EUROPA PRESS) -
La proteína galectina-3 es un marcador clave en la enfermedad del hígado graso no alcohólico que evoluciona a esteatohepatitis no alcohólica, su forma más grave, según un estudio realizado por investigadores del CIBEROBN en la Universidad de Zaragoza, liderados por Jesús de la Osada, y publicado recientemente en la revista 'Scientific Reports'.
La enfermedad del hígado graso no alcohólico es actualmente una enfermedad epidémica en crecimiento que puede conducir a cirrosis y cáncer de hígado cuando evoluciona a esteatohepatitis no alcohólica, una transición en la que es necesario incrementar el conocimiento científico actual.
Para ello el equipo de investigación centró su trabajo en conocer si esta proteína podría ser un biomarcador de ayuda en el pronóstico de pacientes con hígado graso no alcohólico. Y dieron un paso más para evaluar su posible papel en la evolución a esteatohepatitis no alcohólica creando un nuevo modelo experimental para realizar este estudio.
"Hasta la fecha, para caracterizar esta enfermedad se emplearon siempre cerdos de razas muy especiales dado que son uno de los modelos animales de experimentación más parecidos a los humanos. Desde nuestro grupo de investigación nos propusimos describir un nuevo modelo porcino experimental para esteatohepatitis no alcohólica en fase inicial y reversible, empleando para ello por primera vez cerdos comunes (cruce de Large White x Landrace) alimentados con una dieta alta en grasas saturadas, colato, fructosa y colesterol y con deficiencia de colina y metionina", explica De la Osada.
Este nuevo modelo experimental ha permitido constatar como la expresión hepática galectina-3 tiene una fuerte asociación con zonas de gotas de lípidos, desempeñando así un papel importante y desconocido hasta el momento en la esteatohepatitis no alcohólica inicial y la patología del hígado.
"Para ello hicimos una secuenciación masiva de todo el transcriptoma hepático del cerdo, identificando los RNA modificados entre más de 16.000 genes analizados", explica el investigador principal del CIBEROBN.
Entre un 2 y un 5 por ciento de la población mundial está afectada por esteatohepatitis no alcohólica. Esta patología se caracteriza por la acumulación de grasa, acompañada por inflamación y daño hepático, siendo clave en esta enfermedad el mantenimiento de una dieta equilibrada y una vida sana con ejercicio físico y ausencia de consumo de alcohol.
Actualmente no existe aún un tratamiento consensuado para esta enfermedad y se prevé que se convierta en la principal causa de trasplante de hígado.