Una proteína conservada desde bacterias hasta humanos protege de los golpes de calor

Proteína LSM-1 (en verde) se acumula formando “gránulos de estrés” citoplasmátic
IDIBELL
Actualizado: lunes, 20 julio 2015 15:23

   BARCELONA, 20 Jul. (EUROPA PRESS) -

   Investigadores del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (Idibell) han descubierto que la proteína LSM-1, una bacteria conservada desde bacterias hasta humanos, protege de los golpes de calor a los gusanos 'caernorhabditis elegans', que se utilizan como modelo animal en la investigación.

   En el estudio, publicado en la revista 'RNA', el investigador Eric Cornes observó que los gusanos transgénicos que tenían niveles elevados de LSM-1 eran más resistentes a los 'heat-shock', termino en inglés usado para definir una subida brusca de la temperatura, ha informado el Idibell en un comunicado este lunes.

   Esta observación fue corroborada aumentando los niveles de LSM-1 de distintas maneras y los resultados eran consistentes en todos los casos: mientras una alta temperatura mataba al resto de gusanos, los que tenían niveles altos sobrevivían.

   "La asociación de estos experimentos con las olas de calor veraniegas es inevitable, ya que la proteína LSM-1 está conservada desde bacterias hasta humanos", ha explicado el líder del grupo en el Idibell, Julián Cerón.

   Cada año miles de muertes en el mundo son atribuibles a las olas de calor: en 2003 murieron cerca de 70.000 personas en Europa por aspectos relacionados con las altas temperaturas, teniendo en cuenta que muchas patologías se ven empeoradas por el calor.

   Cuando los investigadores analizaron la secuencia de la proteína LSM-1, descubrieron que ésta ya existía en las formas de vida más antiguas: las arqueobacterias. LSM-1 también tiene la función de proteger a las bacterias de los cambios en el ambiente. Por otro lado, en tumores humanos se ha descrito que esta proteína se encuentra presente a niveles por encima de los normales. Por lo tanto, se hipotetiza que altos niveles de esta proteína confieren capacidad para sobrevivir a células y organismos en ambientes desfavorables.

   "Hemos relacionado a LSM-1 con una ruta metabólica que está presente en todos los animales --afirma el investigador Julián Cerón--. Por lo tanto, confiamos que este trabajo sirva para sentar las bases de nuevas líneas de investigación que profundicen en la relación de esta proteína con el metabolismo, la dieta, y la capacidad de sobrevivir a altas temperaturas".