MADRID, 8 Nov. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Universidad de Duke (Estados Unidos) y el Laboratorio de Biología Molecular MRC en Cambridge (Reino Unido), han demostrado, en un estudio publicado en la revista 'Nature Microbiology', que una proteína la 'Chlamydia trachomatis', llamada 'ChlaDUB1', es capaz de remodelar las células humanas para sus propios propósitos.
Se trata una de las clases de proteínas generadas por la bacteria 'Chlamydia' para interrumpir la función de la célula huésped. Además, según han comprobado los investigadores, es una enzima, una deubiquitinasa, que elimina la ubiquitina, una pequeña proteína que las células humanas se adhieren a otras proteínas para activarlas o para indicar que esas proteínas deben ser eliminadas.
Y es que, las células humanas utilizan la ubiquitina para enviar señales, muchas de las cuales son importantes para las respuestas inflamatorias a patógenos como la 'Chlamydia'. Además, los investigadores han determinado, a través de un estudio adicional, que la forma de la enzima ChlaDUB1 también puede modificar las proteínas con acetilación para interrumpir las alarmas que las células humanas activan para combatir las infecciones.
Ahora bien, si ya tenían claro que ChlaDUB1 era capaz de ambas funciones, los investigadores quisieron saber qué hacía la enzima dentro de su huésped durante la infección por 'Chlamydia', para lo cualinfectaron células humanas con 'Chlamydia', de tipo salvaje, así como con cepas mutantes que albergan copias defectuosas de ChlaDUB1.
Una vez que 'Chlamydia' ha construido su fortaleza dentro de la célula huésped, rompe el aparato Golgi (un compartimento celular que normalmente se mantiene cerca del núcleo de la célula y modifica las proteínas agregando azúcares que sirven como etiquetas de equipaje que indican si las proteínas deben ir a la membrana plasmática o algún otro compartimento celular) de la célula huésped y maniobra las piezas a su alrededor.
De hecho, en las pruebas de infección de los científicos, la 'Chlamydia' de tipo salvaje cortó el Golgi como de costumbre, si bien cuando se infectó con un insecto que portaba una enzima mutante, el Golgi de las células humanas permaneció intacto, lo que sugiere que la actividad de ChlaDUB1 es necesaria para esta característica de la infección por 'Chlamydia'.