Una proteína de las algas puede hacer frente al SARS

Actualizado: jueves, 21 mayo 2009 10:46

MADRID, 21 May. (EUROPA PRESS) -

Una proteína de las algas podría detener las infecciones de síndrome respiratorio agudo severo (SARS), según un estudio de la Universidad de Iowa que se ha hecho público durante la conferencia internacional de la Sociedad Torácica Americana que se celebra en San Diego (Estados Unidos).

Un estudio reciente ha mostrado que los ratones tratados con la proteína, denominada Griffithsin (GRFT), tenían una supervivencia del cien por cien después de ser expuestos al coronavirus del SARS (SARS-CoV), en comparación con la supervivencia del 30 por ciento en los animales no tratados.

Los investigadores creen que GRFT, una proteína de lectina derivada de las algas, ejerce sus efectos antivirales al alterar la forma de las moléculas de azúcar que cubren la cobertura del virus y que le permiten unirse e invadir las células humanas a través de su replicación mediante la propia maquinaria reproductiva de la célula. Sin esta capacidad el virus no puede causar la enfermedad.

Según explica Christine Wohlford-Lenane, director del estudio, "aunque estos resultados son preliminares indican un posible método terapéutico ante futuras epidemias de SARS o de otros coronavirus".

Los investigadores trataron a ratones experimentales con GRFT o un tratamiento placebo y les inocularon luego el virus del SARS. Analizaron entonces la actividad antiviral de GRFT y la capacidad del virus para invadir y replicarse en los ratones a los dos, cuatro y 10 días después de la infección.

Los resultados mostraron que los ratones que no habían sido tratados con GRFT mostraban 20 veces más unidades de formación de plaquetas del virus que los tratados. También notaron que los pulmones de los animales no tratados mostraban una bronquitis necrosante extensa y edemas, mientras que los ratones tratados con GRFT mostraban evidencias de daños pulmonares mucho menos graves. Además, los ratones tratados con GRFT no experimentaron la pérdida drástica de peso de los ratones no medicados, que perdieron el 35 por ciento de su masa corporal.

"Esto indica que no sólo la GRFT evitó que el virus se replicara sino que también previno consecuencias secundarias, como la pérdida de peso, que está asociadas con la infección", explica Wohlford-Lenane.

La investigadora apunta que planean futuros estudios para investigar la profilaxis y los tratamientos con GRFT en el modelo de ratón de SRAS en colaboración con el Instituto Nacional del Cáncer estadounidense. "Además, queremos saber si los ratones protegidos del SRAS mediante GRFT desarrollan inmunidad protectora frente a una futura infección", concluye.