MADRID, 13 Jul. (EUROPA PRESS) -
En verano la garganta se descuida más debido al cambio de rutina y de hábitos, por lo que, si se quieren evitar patologías que afecten al órgano de la voz, es recomendable no beber cosas frías, "aunque apetezca", pues esto "podría irritar la mucosa orofaringea, indispensable para la resonancia y la transmisión del sonido", según la responsable del área de rehabilitación de la voz de la Unidad de Logopedia del Hospital Quirónsalud San José, Judith Wuhl de Carli.
Por órgano de la voz se entienden "todos los sistemas que trabajan coordinadamente para producir sonidos y habla: músculos respiratorios y sistema respiratorio con sus mucosas, productor de sonido (laringe) y sistema articulatorio y resonador", ha explicado la experta.
Por ello, es recomendable tomar algunas precauciones, para así evitar "sorpresas desagradables" o alguna patología indeseada. Entre estas se encuentra llevar siempre un fular o un abrigo ligero para paliar los cambios de temperatura que a veces, y de modo imprevisto, se producen de una manera natural, sobre todo en zonas de costa; así como cuidarse de los aires acondicionados, cuya temperatura no debería bajar de los 24/26 grados.
"Es en los cambios bruscos de temperatura cuando los virus acechan. De ahí que haya que evitar ponerse frente a un ventilador durante un lapso de tiempo prolongado, como dormir con uno estático, pues producirá sequedad de mucosas. Esto no solo ocasiona molestias a la hora de hablar y cambios en el timbre de la voz, si no que impide que la cubierta del aparato fonador haga de barrera natural contra los virus y las bacterias", ha destacado Wuhl de Carli.
Además, la especialista ha recomendado que, si se acude a piscinas muy transitadas o en las que no se esté muy seguro de su desinfección o a mares que pudieran estar contaminados, "resulta muy beneficioso hacer gárgaras y limpiar las fosas nasales con agua o agua templada y sal, al menos antes de acostarse, para eliminar cualquier sedimento no deseado".