El progreso en investigación del cáncer de páncreas permite que sea "uno de los tumores mejor conocidos" molecularmente

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Archivo - Células cancerosas - KOTO_FEJA/ ISTOCK - Archivo
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Publicado: jueves, 20 noviembre 2025 17:53

MADRID 20 Nov. (EUROPA PRESS) -

El progreso realizado en los últimos 20 años en la investigación sobre el cáncer de páncreas ha permitido que sea "uno de los tumores mejor conocidos" a nivel molecular, tal y como han expuesto el jefe del grupo de Oncología Experimental del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), Mariano Barbacid, y la investigadora en el mismo centro Carmen Guerra.

Los investigadores han subrayado que el progreso en investigación en el mismo periodo ha sido "impresionante" y que, si bien aún no se han aprobado terapias personalizadas o de inmunoterapia, el panorama está empezando "a cambiar" tras medio siglo sin nuevas estrategias terapéuticas.

Entre estas nuevas opciones se encuentran los primeros fármacos dirigidos contra el oncogén KRAS, mutado en el 90 por ciento de los pacientes con el cáncer de páncreas más común, y que ya están siendo probados, logrando una eficacia "modesta" pero que permite abrir una "valiosa vía" para avanzar en dianas específicas de los tumores de páncreas que sean eficaces y que no presenten toxicidad.

"Los inhibidores de KRAS están dando mejores resultados que la quimioterapia, pero al final se desarrollan resistencias. Por eso nosotros investigamos el mecanismo molecular de estas resistencias, para aprender a vencerlas", ha expresado Guerra, con motivo del Día Mundial de Cáncer de Páncreas, que se conmemora este jueves.

Por su parte, el investigador del CNIO y presidente de la Alianza de Investigación en Cáncer de Páncreas en España (ALIPANC), Francisco X. Real, ha expresado que la falta de avances clínicos durante décadas hizo que pocos jóvenes escogiesen el cáncer de páncreas como área de investigación, al verlo como "un reto inabordable" y "demasiado difícil", una situación que está cambiando.

Tanto las mejoras en los modelos animales como otros avances han atraído a "una generación de jóvenes, muy especialmente en España, brillantes y con toda la disposición a conjuntar la investigación básica con la traslacional, para el beneficio de los pacientes".

A pesar de todo, el cáncer de páncreas continúa siendo uno de los principales retos para la oncología, sobre todo si se tiene en cuenta que su incidencia está en aumento, posiblemente también en jóvenes, y que su índice de supervivencia sigue siendo muy bajo.

Menos del 5 por ciento de los pacientes llega a vivir cinco años tras el diagnóstico, una situación que se debe precisamente a que el tumor se suele detectar en fases avanzadas, cuando ya no es operable. Además, se sigue tratando con los mismos "poco eficaces" fármacos que hace décadas.

HACIA UN DIAGNÓSTICO PRECOZ

Es por ello por lo que los investigadores buscan avanzar hacia la prevención y el diagnóstico precoz de este cáncer, un área que hasta hace poco era considerada "un sueño imposible", pues este tumor no está asociado a un hábito determinante, como el caso del tabaco en el cáncer de pulmón, ni a alteraciones genéticas que aumenten su riesgo, sino que se trata del efecto conjunto de numerosos factores, algunos desconocidos.

Sin embargo, ya se tiene la suficiente información para que la jefa del Grupo de Epidemiología Genética y Molecular del CNIO, Núria Malats, esté comenzando a desarrollar una aplicación de uso individual que estime un riesgo personalizado.

Esta herramienta puede considerar si la persona tiene obesidad, diabetes o pancreatitis, si se es fumador o se consume alcohol, para integrar la información "con biomarcadores de variación genética que, aunque aumentan poco el riesgo, están ahí" y con marcadores de metilación, microbioma o metaboloma, entre otros.

Un reciente estudio del CNIO explica cómo una variante genética en un determinado gen, el CTRB2, aumenta el riesgo de desarrollar el tumor, una variante presente en el 17 por ciento de la población.

El aumento de riesgo que confiere por sí misma no es alto, pero "cuando aparece junto con otros factores, como diabetes o pancreatitis, el riesgo sí podría aumentar", han explicado los investigadores.

En la actualidad no hay técnicas para detectar el cáncer de páncreas antes de que sea letal, por lo que su desarrollo es uno de los objetivos "más urgentes", y en ello está trabajando el Grupo de Epidemiología Genética y Molecular a través del proyecto PANCAID, acrónimo en inglés de 'Detección Inicial de Cáncer de Páncreas mediante biopsia líquida', un consorcio internacional de ocho países que busca desarrollar un análisis de sangre que detecte el tumor en sus fases iniciales.

NUEVAS VÍAS DE TRATAMIENTO

El grupo de Malats también ha desarrollado un algoritmo que predice la existencia de metástasis a partir de imágenes del tumor primario, y con el uso de la Inteligencia Artificial (IA) se puede "ayudar a los cirujanos y médicos en la detección de metástasis", e incidir así directamente en la calidad de vida de los pacientes.

Tan solo un 20 por ciento de pacientes pueden ser intervenidos quirúrgicamente para curar la enfermedad, pues en la gran mayoría el cáncer se detecta ya extendido a otros órganos, y entonces la cirugía no está indicada.

Entre los principales problemas de este cáncer se encuentra el hecho de determinar si hay metástasis, y una parte importante de pacientes sufre una intervención que no les beneficia porque la metástasis no fue detectada a tiempo.

Por otro lado, el Grupo de Metabolismo y Señalización Celular que dirige Alejo Efeyan busca cortocircuitar la comunicación entre el tumor y el tejido a su alrededor, para bloquear el apoyo que recibe el cáncer.

"Las células del cáncer de páncreas están rodeadas por múltiples células no cancerosas: células de apoyo, vasos sanguíneos, nervios, células inmunitarias... (...) Para debilitar el cáncer de páncreas, necesitamos descifrar los mensajes entre todas estas células, e interceptar el apoyo que recibe la célula cancerosa. Y luego, golpear con fuerza con una eficacia terapéutica mejorada", ha explicado Efeyan.

Para ello, su equipo se encuentra investigando la relación entre obesidad y el cáncer de páncreas, una asociación que implica "una comunicación anómala" entre las células inmunitarias llamadas macrófagos y las células cancerosas. "Estamos cerca de descifrar, y luego cortar, las rutas químicas de comunicación", ha concluido.

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