Archivo - Comedor escolar - MAICA/ ISTOCK - Archivo
MADRID, 11 Dic. (EUROPA PRESS) -
Las comidas escolares gratuitas o subsidiadas conducen a mejoras modestas en matemáticas y matriculación escolar, según un equipo de investigación, dirigido por científicos de la Universidad de Ottawa (Canadá), en una nueva revisión 'Cochrane'.
El trabajo examinó el impacto global de los programas de alimentación escolar en niños desfavorecidos tanto en países de altos ingresos como en países de bajos y medianos ingresos. En concreto, el equipo de investigación descubrió que brindar comidas gratuitas o subsidiadas en las escuelas mejora levemente los logros en matemáticas y las tasas de matriculación en los países de ingresos bajos y medios (PIBM), y probablemente contribuye a pequeñas ganancias en los indicadores de crecimiento físico, como las puntuaciones de altura para la edad y peso para la edad.
Los programas de alimentación escolar tienen como objetivo reducir el hambre y mejorar el aprendizaje, la concentración y la salud general de los niños. A nivel mundial, muchos niños no reciben suficientes alimentos nutritivos para mantenerse sanos y listos para aprender en la escuela, y los niños desfavorecidos son particularmente vulnerables. Los países de ingresos bajos y medios representan casi el 90% de la desnutrición mundial. Sin embargo, en 2024, en promedio, solo el 27% de los niños de primaria en los países de ingresos bajos y el 42% en los países de ingresos medianos bajos recibieron comidas escolares. En contraste, el 58% de los niños en los países de ingresos medianos altos y el 79% en los países de ingresos altos recibieron comidas escolares, según un informe del Programa Mundial de Alimentos.
La revisión analizó 40 estudios que incluyeron a 91.000 estudiantes de escuelas primarias y secundarias. La mayoría de los estudios se realizaron en países de ingresos bajos y medios, incluyendo algunos en regiones afectadas por conflictos, ampliando así la evidencia previa, cuyo alcance geográfico era limitado.
En general, los autores descubrieron que los programas de alimentación escolar en países de ingresos bajos y medios (PIBM) generan un pequeño aumento en los resultados de las pruebas de matemáticas y la matriculación escolar. También es probable que generen ligeros aumentos en la estatura y el peso del niño para su edad. Sin embargo, los autores descubrieron que estos programas podrían tener poco o ningún efecto en los resultados de las pruebas de lectura y la asistencia escolar.
"Las comidas escolares son una fuente fundamental de nutrición para los niños en situación de desventaja socioeconómica", afirma Jennifer Garner, dietista titulada y profesora adjunta de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Michigan, coautora del estudio. "Dada la diversidad de contextos y diseños de programas estudiados, es alentador observar mejoras mensurables en el crecimiento, la matriculación y el rendimiento en matemáticas".
A pesar de los prometedores hallazgos, los autores advierten que la evidencia de los países de altos ingresos es limitada, por lo que los resultados no deberían generalizarse más allá de los países de ingresos bajos y medios.
"Los programas de alimentación escolar desempeñan un papel importante en la mejora de la salud y los resultados educativos de los niños desfavorecidos", agrega Elizabeth Kristjansson, autora principal y profesora emérita de la Universidad de Ottawa. "Estamos viendo resultados modestos, pero reales. En mi opinión, tenemos el imperativo moral de alimentar a los niños que padecen hambre".
El equipo enfatiza la necesidad de una investigación más sólida y estandarizada para orientar la formulación de políticas futuras. Argumentan que los responsables políticos deberían considerar la investigación como parte integral de las decisiones sobre la implementación y la gestión de los programas de alimentación escolar.
También exigen mayor atención a la equidad. La doctora Anita Rizvi, otra autora de la revisión de la Universidad de Ottawa, subraya: "La investigación se centra con demasiada frecuencia en los efectos promedio y pasa por alto las diferencias entre grupos. Evaluamos los resultados según la desventaja socioeconómica y el sexo, pero muy pocos estudios reportaron estos datos como para extraer conclusiones firmes. Se necesitan estudios futuros para realizar comparaciones más amplias y mejor diseñadas".