Los profesionales sanitarios españoles tienen una percepción negativa sobre el fomento de la innovación en el sector

Cumbre mundial sobre innovación en la sanidad
EUROPA PRESS
Actualizado: martes, 7 octubre 2014 7:04

DOHA, 11 Dic. (Del enviado especial de EUROPA PRESS, Arturo Lopo) -

España es el único país de siete grandes potencias económicas cuyos profesionales de la sanidad tienen una percepción negativa sobre el fomento de la innovación en sus centros hospitalarios y en las instituciones, según un estudio presentado este miércoles en la Cumbre Mundial sobre la Innovación en la Sanidad (WISH, por su siglas en inglés) que se celebra en Doha, la capital de Catar.

"En cuestión de tres años, la opinión de los trabajadores del sector sanitario a los que hemos preguntado si hablarían bien o pobremente (sobre la innovación) de su organización ha pasado de ser la mejor, muy buena, a caer hasta este punto", ha explicado a Europa Press el director del estudio 'Difusión Global de la Innovación en la Sanidad', Greg Parston, del Imperial College London.

La brecha entre España y el siguiente país, Brasil, es de casi 30 puntos, una diferencia que se duplica en el caso de Estados Unidos, la potencia donde sus profesionales sanitarios mejor valoran los esfuerzos de innovación. Le siguen India, Australia, Inglaterra y Sudáfrica, según el estudio, auspiciado por la Qatar Foundation.

Partson, que dirige el Instituto de Innovación Global Sanitaria, ha achacado estos datos a la situación económica en Espfaña, que, en su opinión, ha "impuesto restricciones muy severas en el Sistema Nacional de Salud y en otros servicios públicos".

EXPECTATIVAS INCUMPLIDAS

Los trabajadores del sector sanitario sitúan a España como el país donde menos se corresponden las expectativas sobre innovación en la sanidad con la realidad. Inglaterra registra una tendencia muy parecida.

"Esto no significa que no haya innovación. La hay, pero no la que se esperaba", aclara Parston. Sobre estas estadísticas, una quincena de funcionarios de sanidad consultados en el estudio responden que "hay una visión, una misión y una estrategia, aunque el plan de acción y la ejecución de las estratégicas puede que sea insuficiente" pese a que, según dicen, estos elementos han sido los más importantes en la 'hoja de ruta' de los últimos cinco años.

La percepción de los trabajadores es especialmente negativa en los "incentivos y premios" a la innovación y en "financiación para el desarrollo de investigaciones y difusión", mientras que destaca los "recursos específicos dirigidos a identificar y promover la innovación".

"La visión de los profesionales de la industria (sanitaria) son similares de alguna forma. Sin embargo, la diferencia en la percepción (entre las expectativas y la realidad) es generalmente menor, a excepción de la financiación para el desarrollo de investigaciones y difusión", apunta el estudio.

En líneas generales, Parston ha enfatizado que España goza de unas tecnologías de la información en el ámbito sanitario "muy sofisticadas". Como solución a esta "significativa" tendencia, el director del estudio propone "mejorar la comunicación" de los proyectos innovadores que se emprendan y "aumentar los recursos" destinados a este ámbito.

Catar, también analizado en el estudio, ostenta el mejor registro en este apartado con condiciones actuales, incluso, mejores de las previstas por los profesionales sanitarios. En el resto de países, las diferencias son más exiguas y, al igual que en el caso de España, las divergencias más abultadas se producen en los incentivos y las más reducidas en los recursos específicos.

VIRTUDES DE LA INNOVACIÓN EN ESPAÑA

Los profesionales sanitarios identifican como los principales atributos de la cultura innovadora en España el apoyo a aquellos grupos líderes que aceptan y promueven novedades, los esfuerzos de la sociedad en su conjunto y la resolución de los problemas de los profesionales sobre la sostenibilidad y los resultados de las innovaciones.

Estos factores, en la línea con los demás países, ha posibilitado que "los pacientes sean cada vez más conscientes y estén más informados sobre el abanico de tratamientos disponibles, incluidos los últimos e innovadores avances", señala el informe del estudio.

En este sentido, subraya cómo se ha compartido en España los datos de las investigaciones con financiación privada relativas a los riesgos cardiovasculares y la nutrición con la comunidad científica.

PERSPECTIVA MÁS LOCAL

El estudio pone el acento sobre el marcado carácter local de las innovaciones sanitarias emprendidas en España, según reflejan los 220 profesionales de la sanidad y los 100 trabajadores de la industria sanitaria entrevistados.

El informe, de hecho, pone como ejemplo en la difusión de las innovaciones tecnológicas en la sanidad a la Agencia de Evaluación de Tecnologías Sanitarias de Andalucía (AETSA) y a la Agència de Qualitat i Avaluació Sanitàries de Catalunya (AQuAS).

Por el contrario, consideran que las organizaciones e instituciones de la sanidad española dejan de lado las tareas de "reducir o eliminar de las viejas e inefectivas de trabajar" y relegan como la última de las prioridades "la dedicación del tiempo y el espacio para aprender y (desarrollar) nuevas formas de trabajo".

Por su parte, los funcionarios de sanidad han puesto de relieve los progresos en la implementación de las nuevas tecnologías de la comunicación en las Comunidades Autónomas, como es el caso de los historiales clínicos.