MADRID 20 Dic. (EUROPA PRESS) -
Una nueva investigación que publica la revista 'Scientific Reports' desvela la lista de productos químicos que comprenden líquidos y cápsulas con sabores utilizados en el vapeo y detalla sus efectos nocivos para el tejido pulmonar, incluida la inflamación y el daño genético que podrían indicar un riesgo a largo plazo de enfermedades respiratorias e incluso cáncer.
"Si bien los nombres como mango, pepino y menta dan la impresión de que los sabores de los líquidos electrónicos son inocuos, la realidad es que estas sensaciones de sabor se derivan de los químicos --advierte Irfan Rahman, profesor del Centro Médico de la Universidad de Rochester (Estados Unidos)--. Estos hallazgos indican que la exposición a estos químicos desencadena daños y disfunciones en los pulmones que son precursores de las consecuencias para la salud a largo plazo".
Además del propilenglicol y la glicerina vegetal, que forman la base de los líquidos de vapeo, y la nicotina, la mayoría de los fabricantes no divulgan los compuestos químicos utilizados para crear los sabores en los productos de vapeo.
Empleando espectrometría de masas, los investigadores identificaron casi 40 productos químicos diferentes presentes en varias combinaciones en siete sabores fabricados por JUUL. Estos incluyen hidrocarburos y compuestos orgánicos volátiles, muchos de los cuales tienen usos industriales y se sabe que son dañinos si se inhalan.
En el estudio, expusieron el tejido pulmonar humano, incluidas las células epiteliales bronquiales, que desempeñan un papel importante en el intercambio de gases y monocitos, una célula que combate las infecciones en el sistema inmune, al vapor en aerosol de las cápsulas de sabor. Observaron que los químicos provocaron inflamación y degradaron la integridad de las células epiteliales, una condición que eventualmente podría conducir a lesiones pulmonares agudas y enfermedades respiratorias. La exposición también dañó el ADN en las células, un posible precursor del cáncer.
"La tecnología de vapeo existe desde hace poco tiempo pero su uso, particularmente entre las personas más jóvenes, se ha disparado recientemente --añade Rahman--. Este estudio proporciona más evidencia de que vapear, aunque sea menos dañino que el tabaco a corto plazo, está colocando a los usuarios crónicos en el camino hacia problemas de salud significativos más adelante en la vida".
Rahman ayuda a dirigir el Centro de Investigación WNY sobre Productos de Tabaco con Sabor (CRoFT), una asociación entre investigadores de URMC y el Centro Integral de Cáncer Roswell Park en Buffalo para estudiar los efectos en la salud de una de las tendencias de más rápido crecimiento en el consumo de tabaco. El Centro cuenta con el apoyo de una subvención de 19 millones de dólares del programa de Centros de Ciencia Reguladora del Tabaco de la Administración Federal de Drogas y Alimentos de Estados Unidos.