MADRID, 27 Oct. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH) han diseñando un método computarizado para reconstruir digitalmente el sistema vascular interno de los huesos del cráneo, para analizar las diferencias anatómicas en humanos modernos y neandertales.
El procedimiento, que detallan en el último número de la revista 'American Journal of Physical Anthropology', permite mediante tomografía computarizada (TC) analizar los canales vasculares formados por las venas diplóicas, cuya complejidad es mayor en el cerebro del 'homo sapiens' que en neandertales.
Hasta ahora, la posición de las venas diplóicas en el interior de la bóveda craneal había limitado la posibilidad de conocer su anatomía y sus funciones.
Precisamente dicha posición estratégica dentro del cráneo protege dichos vasos frente a los agentes externos, y "resulta muy útil en un contexto paleontológico, arqueológico y forense", ha explicado Emiliano Bruner, líder del grupo de Paleoneurología del CENIEH que ha elaborado este trabajo.
La importancia de las venas diplóicas radica en que, además de constituir los canales sanguíneos que conectan los vasos internos del cráneo y del cerebro con el exterior, recorriendo los huesos de la bóveda, posiblemente están relacionadas con la termorregulación cerebral.
COMPLEJIDAD VASCULAR EN HOMO SAPIENS Y NEANDERTALES
Al igual que en otros sistemas vasculares del cerebro, los humanos modernos presentan una mayor complejidad de estos vasos respecto a otras especies, sobre todo en los huesos parietales. "Como los lóbulos parietales del cerebro son mucho más grandes en nuestra especie, es probable que este desarrollo vascular esté relacionado con su gestión metabólica y térmica", afirma Bruner.
Los neandertales comparten con los humanos modernos una capacidad craneal parecida, pero no presentan áreas parietales tan desarrolladas y, como en otros homínidos, el sistema vascular es en general mucho más sencillo, con menos vasos y menos conexiones.
En este artículo, cuya primera autora es Gizéh Rangel de Lázaro, miembro del grupo de Paleoneurología del CENIEH y estudiante doctoral del Instituto catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES), se analizan también las relaciones de estos vasos con los otros sistemas vasculares del cráneo, proporcionando informaciones de interés evolutivo y médico