MADRID, 9 Ago. (EDIZIONES) -
Todos los veranos se repite la misma historia. Es la época del año en la que se concentran el 80% de los ahogamientos, y fundamentalmente estos se producen entre los menores de la casa y los jóvenes. ¿Por qué?¿Realmente podemos evitarlos? La respuesta es que sí, si se atienden a las indicaciones que vamos a desvelar a lo largo de este artículo.
Para ello, consultamos a Roberto Barcala, doctor en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte y coordinador del Grupo de Trabajo de Socorrismo de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES), quien resalta en una entrevista con Infosalus que el verano es la época del año donde más ahogamientos tienen lugar por el flujo de personas en las playas y piscinas, por las temperaturas; en definitiva, porque es el tiempo de las vacaciones y donde tenemos más tiempo para disfrutar de estos entornos.
"El verano en sí representa una 'ola de ahogamientos' que tiene lugar todos los años, y que tiene una duración de cuatro meses, de junio a septiembre", afirma. Eso sí, el también profesor titular de Socorrismo en la Universidad de Vigo destaca que los ahogamientos se producen principalmente entre los niños y los jóvenes, "otra epidemia invisible", y dice que más habitualmente en varones cuando ya se trata de adultos.
"Normalmente por cada 4-5 hombres que se ahogan solo una mujer lo hace. No hay una teoría al respecto, pero al parecer se cree que las mujeres tienen un concepto de prevención más elevado, mientras que los hombres una valoración del riesgo menor, así como conductas de riesgo más repetidas. Es algo que ocurre en todo el mundo", asegura el experto.
Sobre el tema de los menores advierte sobre varios aspectos el miembro de SEMES. En primer lugar, llama la atención sobre las piscinas domésticas o espacios con agua sin vigilar, de forma que la falta de supervisión de los adultos representa el principal factor de riesgo para el ahogamiento de los niños.
"Con respecto a los menores, a veces los supervisores piensan que con los manguitos o flotadores están seguros y no es así, puede haber muchos factores que provoquen ahogamiento y, por tanto, la supervisión directa, los cierres perimetrales en piscinas, y cualquier medida preventiva, que es estar 100% pendiente del niño, es la mejor forma de evitar el ahogamiento", asevera el experto en socorrismo.
Resalta igualmente que en España habitualmente los ahogamientos pediátricos ocurren en la franja horaria que va entre las 15.00 y las 19.00 horas, motivados principalmente porque es un momento en el que se está de sobremesa, de siestas etc., con bastantes posibilidades de despistarse en cuanto a la supervisión de los menores. "Esto debe representar una llamada de atención a la población para que extreme la vigilancia de los niños siempre, pero especialmente en estas horas", subraya.
Según alerta, los niños se pueden ahogar en muy poca agua y desde pocos segundos a pocos minutos: "Con muy poca agua y en muy poco tiempo se pueden ahogar. Un estudio reciente estima que la media del proceso de ahogamiento está en torno a los 90 segundos. Por tanto, jamás debemos dejarles solos. Un niño se ahoga en el tiempo de una llamada por teléfono según recuerda la Academia Americana de Pediatría y si no encuentras a tu hijo en casa debes buscar donde haya agua siempre".
Según resalta, el último material aceptado de seguridad para los niños es el chaleco salvavidas. "Debemos tener un cambio de mentalidad para la prevención y cambiar el tema manguitos flotadores por chalecos", puntualiza Barcala.
LOS ENTORNOS ACUÁTICOS NATURALES
En el caso de los niños más mayores y adolescentes, Barcala reseña que los ahogamientos suelen tener lugar en entornos acuáticos naturales, y suelen estar debidos a que los jóvenes asumen conductas de riesgo en estos entornos o no respetan las señalizaciones de playas, como las banderas.
"Sería fundamental que desde los institutos y colegios se tomase conciencia de que el ahogamiento representa un problema de salud pública y, de la misma forma que se educa sobre seguridad vial, también se debe enseñar seguridad acuática", defiende.
LOS AHOGAMIENTOS EN PLAYAS
Por último, el coordinador del Grupo de Trabajo de Socorrismo de SEMES hace referencia al porcentaje de ahogamientos en la playa que están provocados por flujos de agua fuertes y estrechos, y que pueden arrastrar rápidamente lejos de la costa a los bañistas.
"Son los responsables de más del 70% de ahogamientos en playas, las corrientes de retorno. En estos casos hay que dejarse llevar hasta que veamos que aminora el flujo de la corriente y tratar de salir por un lateral. El usar las olas por los laterales normalmente o el espacio acuático que no tiene el retorno para salir a la playa", aconseja.
Hace una mención especial a los flotadores gigantes que ahora están tan de moda y Barcala señala que estos cuentan con un "riesgo potencial" para el ahogamiento, y especialmente cuando hay viento, porque pueden ser arrastrados rápidamente mar adentro y favorecer una situación que requiera de un rescate.
"Está demostrado que en las playas con vigilancia apenas hay ahogados, y donde no hay equipos de salvamento y socorrismo se registran un mayor índice de ahogamientos", resalta el miembro de SEMES.
Con ello, Roberto Barcala aporta los siguientes consejos para evitar ahogamientos, aparte de los ya mencionados:
1-Buscar playas vigiladas.
2-Respetar indicaciones de las playas.
3-Si hay un incidente acuático avisar a profesionales porque muchas personas intentando salvar se mueren ellos también; llamando al 112 si no hay profesional de salvamento cerca; si estamos cerca arrojar un objeto sobre el que la víctima pueda agarrarse y flotar hasta que llegue un equipo especialista.
4-Si ocurre el incidente, el ahogamiento y la víctima la tenemos en tierra y no respira hay que iniciar las maniobras de RCP. "Son compresiones y ventilaciones muy sencillas que pueden revertir el paro cardíaco. En el caso de ahogamientos se deberían hacer RCP completas, con compresiones y ventilaciones", aclara.