MADRID 19 Jun. (EUROPA PRESS) -
Un estudio realizado por un grupo de investigación del Baylor College of Medicine (Estados Unidos) ha descubierto que la administración oral de una cepa bacteriana probiótica disponible comercialmente mejoraba la enfermedad del ojo seco en un modelo animal, según han presentado sus autores en ASM Microbe 2023, la reunión anual de la Sociedad Americana de Microbiología.
El ojo seco es una afección común en la que las lágrimas producidas por el ojo no pueden mantenerlo adecuadamente lubricado, afecta aproximadamente a 1 de cada 20 personas. Puede causar escozor y ardor ocular, inflamación, visión borrosa y sensibilidad a la luz.
Los casos extremos pueden dañar la superficie ocular si no se tratan. Los tratamientos más habituales consisten en la aplicación de colirios, geles o pomadas. Este nuevo tratamiento, poco convencional, utiliza bacterias del tracto intestinal.
Laura Schaefer, doctora del Baylor College of Medicine y autora del estudio, explica que "las bacterias 'amigas' que viven en el tracto gastrointestinal humano se han relacionado con la salud y la protección frente a enfermedades en muchas partes del cuerpo, como el intestino, el cerebro y los pulmones. Por tanto, no es sorprendente que el microbioma intestinal también tenga efectos en nuestros ojos", señala.
Trabajos anteriores de este grupo de investigación demostraron que los ratones a los que se administraron bacterias intestinales de pacientes humanos con síndrome de Sjgren con ojo seco grave desarrollaron peor la enfermedad ocular en condiciones de sequedad que los ratones a los que se administraron bacterias intestinales de pacientes humanos sanos.
Esto sugiere que las bacterias intestinales de personas sanas ayudan a proteger la superficie del ojo en condiciones de sequedad. Una posible vía de tratamiento del ojo seco consistiría en utilizar bacterias probióticas con efectos protectores similares.
El grupo investigó esta posibilidad utilizando una cepa bacteriana probiótica administrada por vía oral, Limosilactobacillus reuteri DSM17938, en un modelo de ratón con ojo seco. DSM17938 es una cepa bacteriana probiótica derivada de humanos y disponible en el mercado que ya ha demostrado efectos protectores en el intestino y el sistema inmunitario de humanos y ratones, pero no se había probado en el contexto de la salud ocular.
Los ratones fueron tratados primero con antibióticos, que matan muchas de las bacterias "amistosas" que viven en el intestino. A continuación, se les expuso a condiciones muy secas y se les administraron dosis diarias de bacterias probióticas o una solución salina como control.
Al cabo de 5 días, se examinaron los ojos en busca de enfermedades. Los ratones alimentados con bacterias probióticas tenían superficies corneales más sanas e intactas.
Además, estos ratones tenían más células caliciformes en el tejido ocular, que son células especializadas que producen mucina, un componente esencial de las lágrimas. En conjunto, estos datos sugieren que el probiótico oral adecuado podría ayudar a tratar y controlar los síntomas del ojo seco.