MADRID, 26 Ago. (EDIZIONES) -
El calor, el cambio de hábitos y la generación de nuevas rutinas son sinónimo de verano y vacaciones. Pero todos estos agentes externos y variaciones pueden impactar de forma negativa en el organismo. Los pies son una de las partes del cuerpo más afectadas.
Ampollas, rozaduras, sequedad, exceso de sudoración, hongos o pies de atleta, verrugas plantares o papilomas y pequeñas heridas son los problemas más frecuentes de los pies en verano, explica en una entrevista con Infosalus el decano del Colegio Profesional de Podología de la Comunidad de Madrid (COPOMA), el doctor Pedro Villalta.
Las ampollas aparecen por "la sudoración excesiva y las temperaturas elevadas", indica el experto, que también alude a "los paseos largos y las excursiones" como razón de aparición de ampollas y también de rozaduras. El motivo, en este último caso, es el calzado elegido para realizar estos viajes.
"Hay que tener una cosa muy clara: cuando nos vayamos a caminar hay que utilizar el zapato viejo que tengamos; no nos compremos un zapato nuevo para estar muchas horas caminando", apunta el doctor Villalta. "Cuanto más viejo y más usado, mejor", zanja el experto.
En referencia a los hongos, el decano de COPOMA sitúa a gimnasio, piscinas, playas, duchas, baños públicos y habitaciones de hotel como sitios proclives a albergarlos. Por lo tanto, en primer lugar, el doctor Villalta recomienda ducharse con chanclas, "no descalzo", puntualiza, también en habitaciones de hotel. "A pesar de que el hotel tenga cinco estrellas y una limpieza exquisita no sabemos qué problemas tenía el visitante anterior", especifica el experto.
Además, aconseja "siempre secarse muy bien", sobre todo entre los dedos. "El pie de atleta aparece entre los dedos y a partir de ahí empiezan a desencadenarse las uñas infectadas", avisa el doctor Villalta.
RECOMENDACIONES PARA MANTENER UNOS PIES SANOS EN VERANO
En este contexto, el doctor Villalta propone una serie de consejos para mantener unos pies saludables en verano. Hay que "intentar, en la medida de los posible, que el pie esté hidratado, que esté cuidado, que transpire lo menos posible", comienza el experto. Para ello, aconseja baños con agua templada y salada para los pies por las noches, además de utilizar cremas antitranspirantes.
Por su parte, el experto también llama la atención sobre caminar descalzo "en zonas que no son apropiadas para ello". "No porque sea verano podemos estar descalzos", apunta el decano de COPOMA que añade que "incluso en la playa sería también muy conveniente utilizar también zapatos tipo cangrejera si vamos a caminar sobre rocas".
Por último, el doctor Villalta hace referencia a no llevar a cabo caminatas largas en playas inclinadas. "Caminamos de forma muy inestable y a la vuelta del verano tenemos molestias en rodillas o cadera porque nos hemos dado grandes palizas de caminar y hemos estado en un suelo inestable", explica el experto.
"El pie es el órgano que sustenta todo el edificio", recuerda el experto. "Igual que el ingeniero que construye un edificio siempre valora muchísimo los pilares y los protege, nosotros tenemos que valorar nuestros pilares, que son los pies, para que el edificio no se resquebraje; si no los cuidamos van a aparecer pequeñas grietas en las habitaciones, como alteraciones en rodillas, caderas o columna", concluye el doctor Villalta.