MADRID, 31 Ene. (EUROPA PRESS) -
Diarreas, náuseas y vómitos, estreñimiento, enteritis, rectitis y esofagitis por radiación, inapetencia e, incluso, pérdida del sentido del gusto, son los principales problemas que ocasionan los tratamientos contra el cáncer y que, en muchas ocasiones, se desconocen, según ha comentado el cirujano general y digestivo y gastroenterólogo del Centro Médico- Quirúrgico de Enfermedades Digestivas, Gonzalo Guerra Flecha, con motivo de la celebración, este lunes, del Día Mundial contra el Cáncer.
El cáncer es en la actualidad la segunda causa de muerte en España (26,7%) después de los incidentes cerebrovasculares (28,8%), aunque si la tendencia al alta de los últimos años se sigue manteniendo, en la próxima década acabará siendo la primera.
Asimismo, los pacientes oncológicos pueden padecer sufrir anemia y deshidratación. En este sentido, el doctor ha informado de que el tratamiento sintomático de estas afecciones pasa por el uso de antidiarreicos, laxantes suaves, antieméticos e, incluso, antibioticoterapia si existe infección.
"Lo que es común en todos los pacientes que están siendo sometidos a tratamientos oncológicos es la realización de una dieta que, además, de ayudar a paliar los efectos digestivos también ayuda en la recuperación del paciente, ha añadido el gastroenterólogo.
LA DIETA DEL PACIENTE CON CÁNCER
Respecto a la dieta, la del paciente oncológico es diferente a la de una persona sana, ya que debe ser muy sana, rica en frutas y verduras y baja en grasas, azúcares refinados, alimentos procesados y sal. Los tratamientos de quimio y radioterapia bajan las defensas de los pacientes. Una forma natural de mejorar nuestro sistema inmune es a través de la dieta. Frutas y verduras son ricas en vitaminas y minerales y ayudan, de manera natural, a conseguirlo, ha explicado el médico internista especialista en nutrición de CMED, Domingo Carrera, .
La anemia es otra de las patologías que afectan de forma recurrente a los pacientes que están pasando por un proceso oncológico. En este caso, se recomienda consumir alimentos ricos en hierro (carne de vacuno muy magra, espinacas y lentejas) y en ácido fólico (huevos cocidos, lácteos desnatados, atún y salmón).
En general, los tratamientos contra el cáncer causan malestar digestivo debido a que las mucosas del aparato digestivo se ven alteradas (esofagitis, enteritis, rectitis), por lo que es recomendable que los alimentos sean ingeridos en forma de puré, crema o líquido (caldos y sopas). Esto implica también no tomar alimentos irritantes, como son picantes, ácidos, alcohol, café y bebidas carbonatadas.
En el caso de los pacientes con diarrea, el consumo de frutas y verduras debe moderarse (por su alto contenido en fibra que estimula la digestión) hasta que se solucione el problema. Para ello se aconseja no tomarlas crudas (preferentemente cocidas, en forma de puré y las frutas en compota) e incluir en la dieta alimentos astringentes, como el arroz y la patata cocida, ha añadido el especialista en nutrición del Centro Médico-Quirúrgico de Enfermedades Digestivas.
La hidratación es también un pilar fundamental, ya que es beneficiosa en los casos de diarrea para evitar la deshidratación, cuando existe estreñimiento, al ayudar a que las heces sean más blandas y por tanto facilitar su expulsión, y cuando se esté sometido a radioterapia, ya que ésta deshidrata los tejidos.
Los pacientes que son radiados suelen referir que la comida no les sabe a nada e, incluso, que tiene un sabor metálico. En estos casos, además de las recomendaciones generales, les decimos que utilicen más especias a la hora de cocinar (menos picantes y que utilicen sal en exceso). Éstas consiguen dar un gusto diferente a los platos, darles más sabor. Consiguiendo además, que la inapetencia propia de este tipo de tratamientos se palíe de alguna forma al meter nuevos sabores y aromas a sus comidas, ha zanjado el doctor Domingo Carrera.