La prevalencia de obesidad "sería mucho más alta" que la actual si se aplicaran los criterios de composición corporal

Escaner De La Composición Corporal Con La Masa Grasa De Paciente Con Obesidad
IMEO
Actualizado: martes, 19 febrero 2013 14:28

En lugar del Índice de Masa Corporal

MADRID, 19 Feb. (EUROPA PRESS) -

La prevalencia de obesidad "sería mucho más alta" que la actual si se aplicaran los criterios de composición corporal en lugar del índice de masa corporal (IMC), según ha explicado a Europa Press el presidente de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), el profesor Javier Salvador.

Este experto, que ha participado recientemente en la 'Sesión Científica Extraordinaria sobre Nutrición e Hidratación' organizada por la Real Academia Nacional de Medicina (RANM), la cual ha contado con el apoyo de Aquarius y Coca-Cola España, además del de diversas sociedades científicas, sostiene que utilizar estos parámetros "sería mucho más correcto científicamente".

A su juicio, la tasa de obesidad en adultos, que actualmente se cifra en un 23 por ciento, se elevaría a un 62 por ciento "si además sumamos a los que tienen sobrepeso y que tienen más grasa de la normal". Y es que, según un estudio realizado por la Clínica Universitaria de Navarra, de la cual forma parte, y publicado en 2012 por la revista 'Diabetes Care', de las personas que tienen un IMC compatible con sobrepeso, "el 80 por ciento tienen obesidad porque tienen más grasa corporal de la normal", sostiene.

Para llegar a esa conclusión, los expertos han evaluado a casi 7.000 personas susceptibles de padecer esta enfermedad, que es "una grandísima epidemia que está sufriendo en primera línea España". Tras ello, se ha observado también que "hasta un tercio de las personas que tienen un IMC normal son obesas", afirma.

En cuanto al porqué se produce esta situación, Salvador explica que el IMC "sólo mide el peso y la talla, y da la casualidad de que la grasa pesa menos que el músculo". Por esta razón, manifiesta que se puede pesar bastante por tener un gran desarrollo muscular y no ser obeso, mientras que es posible tener un peso y un IMC normal "y ser obeso por tener la grasa elevada".

Por todo ello, Salvador sostiene que el estudio de la composición corporal "da la clave" de si una persona tiene obesidad o no. Además, expone que estas personas, independientemente del IMC que presenten, "tienen un riesgo cardiovascular aumentado y comparable al de las personas obesas".

APUESTA POR LA MEDICIÓN DEL PERÍMETRO DE LA CINTURA

Así, explica que "su metabolismo de la glucosa está mas alterado, hay más hipertensión arterial, más alteraciones lipídicas y más aumento de los trigliceridos y del colesterol". Para él, todo ello "sugiere que estas personas tendrán más probabilidad de desarrollar alteraciones cardiovasculares".

Ante ello, Salvador afirma que el consejo final es que, aunque se tenga un buen IMC, se mida la composición corporal "si se puede", para lo que señala que "hay básculas de baño que lo hacen". Sino, indica que también es "interesante" medir el perímetro de la cintura, ya que el riesgo vascular existe para el hombre si tiene más de 102 centímetros, y para la mujer si presenta más de 88 centímetros.

En cuanto a los factores que fomentan la obesidad, expone que el más determinante es "el desequilibrio entre la ingesta calórica y el gasto energético". Por ello, afirma que si uno se controla bien lo que come y hace una actividad física cotidiana "está previniendo o tratando" la enfermedad.

En relación al otro aspecto tratado en esta sesión científica de la RANM, la hidratación, el galeno sostiene que es "fundamental", ya que el componente hídrico del organismo "es porcentualmente muy importante". Ésta es necesaria "para que todos los órganos funcionen correctamente y para que la presión arterial se mantenga bien", subraya.

Cada día, las personas pierden "en torno a 800 o 900 mililitros", cifra que aumenta "si uno tiene más temperatura porque tiene fiebre o hace ejercicio físico y suda". Ante ello, recomienda no ingerir menos de 1,7 litros diarios de líquidos.

Para él, una deshidratación hace "que sufran los tejidos", algo que se acentúa en la población más anciana o en personas con diabetes mellitus o enfermedad renal. Además, la falta de ingesta de líquidos "puede facilitar el desarrollo de migrañas", concluye Salvador.