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MADRID, 8 Ene. (EUROPA PRESS) -
Desde 1980, la prevalencia mundial de consumo diario de tabaco se ha reducido en un 25 por ciento para los hombres y un 42 por ciento para las mujeres, aunque debido al crecimiento demográfico, el número de fumadores ha aumentado, un 41 por ciento en el caso de los varones y un 7 por ciento en las mujeres, con un incremento del 26 por ciento en el número de cigarrillos consumidos, según concluye un estudio que se publica en la edición de este miércoles de la revista 'JAMA'.
Marie Ng, del Instituto de Métrica y Evaluación de la Salud de la Universidad de Washington, en Seattle, Estados Unidos, y sus colegas realizaron un estudio para estimar los niveles y tendencias de la prevalencia del consumo de tabaco por edad y sexo y el consumo de cigarrillos en 187 países desde 1980 a 2012. Se identificaron sistemáticamente fuentes nacionalmente representativas que midieron el consumo de tabaco y los datos de la encuesta que no informaron del consumo diario de tabaco se ajustaron utilizando la relación media entre las diferentes definiciones.
Los investigadores encontraron que entre 1980 y 2012, la prevalencia estimada de consumo diario de tabaco para los hombres se redujo del 41 al 31 por ciento y del 10,6 al 6,2 por ciento en las mujeres. Los progresos mundiales en la reducción de la prevalencia de fumadores parecen haber pasado por tres fases, tanto para hombres como para mujeres: avances modestos en el periodo 1980-1996, seguido de una década de rápido progreso más global y una desaceleración en la reducción de 2006 a 2012, con un aparente aumento desde 2010 para los hombres.
Esta desaceleración en la tendencia mundial se debió en parte a los aumentos en el número de fumadores desde 2006 en varios países grandes como Bangladesh, China, Indonesia y Rusia. Si bien la prevalencia se redujo, debido al crecimiento de la población mayor de 15 años de edad, se ha producido un aumento continuo en el número de hombres y mujeres que fuman todos los días, al pasar de 721 millones en 1980 hasta 967 millones en 2012, con un 41 por ciento de aumento en el número de fumadores diarios hombres y un aumento del 7 por ciento en las mujeres fumadoras.
Entre 1980 y 2012, el número de cigarrillos que se consumen en todo el mundo aumentó un 26 por ciento. Las tasas de prevalencia mostraron una variación considerable entre la edad, el sexo y los países, con tasas inferiores al 5 por ciento para las mujeres en algunos países de África a más del 50 por ciento en los hombres de naciones como Indonesia, Armenia, Laos, Papúa Nueva Guinea y Rusia. El número de cigarrillos por fumador por día también fue muy distinto entre los países.
En 2012, la prevalencia del tabaquismo entre los hombres fue mayor que para las mujeres en todos los países, excepto en Suecia. Más del 50 por ciento de los hombres fuman todos los días en varios países, entre ellos Rusia , Indonesia, Armenia, y Timor Leste, y la prevalencia del tabaquismo de las mujeres era superior al 25 por ciento en Austria, Chile y Francia, y superior al 30 por ciento en Grecia, uno de los porcentajes más altos del mundo.
Las tasas de tabaquismo más bajas para los hombres se encuentran en Antigua y Barbuda, Santo Tomé y Príncipe y Nigeria, mientras que en el caso de las mujeres se registran en Eritrea, Camerún y Marruecos. Estas diferencias persisten a pesar de décadas de fuertes medidas de control del tabaco a nivel mundial.
Los mayores riesgos para la salud de los hombres y las mujeres suelen ocurrir en países donde el tabaco está omnipresente y donde los fumadores consumen una gran cantidad de cigarrillos, como China, Irlanda, Italia, Japón, Kuwait, Corea, Filipinas, Uruguay , Suiza y varios países de Europa del Este. El número de cigarrillos fumados en el mundo se sitúa en más de seis billones y en 75 países, los fumadores consumen un promedio de más de 20 cigarrillos por día en 2012.
"A pesar de que en varios países hay gran incertidumbre en la monitorización de la exposición al tabaco y la estimación de la carga de morbilidad asociada a ella, no hay ninguna duda de que ambas son grandes. Las políticas y estrategias para mejorar la salud global deben incluir esfuerzos integrales para controlar el consumo de tabaco, como se prevé en el Convenio Marco para el control del Tabaco, (adoptado por la Asamblea Mundial de la Salud y ratificado por 177 países)", según los autores del análisis.
A su juicio, la implementación de las políticas no es suficiente sino que los países y la comunidad mundial de la salud deben recopilar información oportuna, fiable y detallada sobre el efecto de esas políticas, sobre todo entre las poblaciones vulnerables y aquellos a los que se dirigie directamente la industria del tabaco. "A pesar de que muchos países han puesto en práctica políticas de control, se necesita intensificar los esfuerzos de control del tabaco especialmente en los países donde el número de fumadores está aumentando", agregan.