MADRID 6 Ago. (EUROPA PRESS) -
Practicar ejercicio podría reducir el riesgo de enfermedad cardiaca en pacientes sometidos a trasplante hepático, tal y como ha evidenciado una investigación realizada por el Centro Médico de la Universidad Loyola en Maywood (Estados Unidos).
Este trabajo, que ha sido publicado en 'Liver Transplantation', que es la revista de la Asociación Americana para el Estudio de las Enfermedades del Hígado (Aasld, por sus siglas en inglés) y de la Sociedad Internacional de Trasplante de Hígado (ILTS), expone que los factores de riesgo de síndrome metabólico que pueden conducir a este tipo de patologías son "comunes" en los receptores de un trasplante hepático.
Además, se expresa que, pasado un año de la intervención, las posibilidades y las tasas "son más altas". No obstante, la investigación apunta a que el ejercicio "podría reducir estas complicaciones en los pacientes".
Según el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre de Estados Unidos (Nhlbi), la obesidad, la inactividad física y la resistencia a la insulina "aumentan el riesgo de padecer síndrome metabólico".
Así lo indica esta institución, que añade que los pacientes con tres o más características clínicas metabólicas específicas "podrían ser diagnosticados con síndrome metabólico". Entre las posibles, los expertos señalan "al nivel alto de triglicéridos, la obesidad abdominal, elevado colesterol bueno, presión arterial alta y alto nivel de azúcar en sangre".
A juicio del miembro de este centro universitario del Estado norteamericano de Illinois y autor principal del estudio, el doctor Eric Kallwitz, este síndrome metabólico "es altamente prevalente entre los receptores de trasplante hepático", los cuales tienden a ser más inactivos físicamente que otros grupos de pacientes.
Para alcanzar las evidencias obtenidas con este trabajo, los especialistas han reclutado a 204 pacientes sometidos en el pasado a un trasplante de hígado. Tras analizaron clínicamente, los expertos comprobaron que el 59 por ciento de ellos presentó síndrome metabólico al inicio del estudio, mientras que un 64 por ciento del total lo hizo al año de haber sido sometidos al trasplante.