¿Es posible tener kilos de más pero estar 'en forma'?

Archivo - La mujer embarazada está haciendo Pilates en casa, levantando una pelota en forma sobre sí misma.
Archivo - La mujer embarazada está haciendo Pilates en casa, levantando una pelota en forma sobre sí misma. - ISTOCK/MARYNA AURAMCHUK - Archivo
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Publicado: lunes, 15 septiembre 2025 7:37

    MADRID, 15 Sep. (EUROPA PRESS) -

Es posible tener kilos de más pero estar "en forma", sugiere una nueva investigación del Universitario de Aarhus en Dinamarca. La misma se presenta en en la reunión anual de la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes (EASD) en Viena, Austria (del 15 al 19 de septiembre).

   Este estudio de decenas de miles de personas en Dinamarca encontró que aquellos con un IMC en la categoría de sobrepeso, e incluso algunos de los que vivían con obesidad, no tenían más probabilidades de morir durante los cinco años de seguimiento que aquellos con un IMC de 22,5-<25,0 kg/m 2, que está en el extremo superior del rango de peso normal. Las personas con un IMC en la parte media e inferior del rango de peso normal (18,5 a <22,5 kg/m2) también tenían mayor probabilidad de morir, al igual que las personas con un IMC en el rango de bajo peso.

   "Tanto el bajo peso como la obesidad son importantes problemas de salud a nivel mundial", apunta Sigrid Bjerge Gribsholt, del Centro de Diabetes Steno de Aarhus, Hospital Universitario de Aarhus, Dinamarca, quien dirigió la investigación. "La obesidad puede alterar el metabolismo, debilitar el sistema inmunitario y provocar enfermedades como la diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y hasta 15 tipos de cáncer, mientras que el bajo peso se relaciona con la desnutrición, el debilitamiento del sistema inmunitario y las deficiencias nutricionales.

   Existen hallazgos contradictorios sobre el rango de IMC vinculado a la menor mortalidad. Anteriormente se creía que era de 20 a 25, pero podría estar aumentando con el tiempo gracias a los avances médicos y las mejoras en la salud general. Para aportar algo de claridad, el doctor Gribsholt, el profesor Jens Meldgaard Bruun, también del Steno Diabetes Center Aarhus, y sus colaboradores utilizaron datos de salud para examinar la relación entre el IMC y la mortalidad en 85.761 individuos (81,4% mujeres, edad media inicial de 66,4 años).

   El IMC mide la relación peso-talla, y un IMC de 18,5 a <25 kg/m2 se considera generalmente de peso normal. Un IMC de <18,5 kg/m2 se considera bajo peso, de 25 a <30 kg/ m2 se considera sobrepeso y un IMC de 30 kg/m2 se describe como obesidad.

El estudio señala que 7.555 (8%) de los participantes fallecieron durante el seguimiento. El análisis reveló que las personas con bajo peso tenían casi tres veces más probabilidades (2,73 veces) de fallecer que las personas con un IMC cercano al límite superior del rango saludable (22,5 a <25,0 kg/m2, la población de referencia). De manera similar, las personas con un IMC de 40 kg/m2 y superior (clasificadas como obesas graves) tenían más del doble de probabilidades (2,1 veces) de haber muerto en comparación con la población de referencia.

   Sin embargo, también se encontraron tasas de mortalidad más altas para los IMC considerados saludables. Las personas con un IMC de 18,5 a <20,0 kg/m2, es decir, en el extremo inferior del rango de peso saludable, tuvieron el doble de probabilidades de morir que las de la población de referencia. De igual manera, quienes tenían un IMC de 20,0 a <22,5 kg/m2, es decir, en el punto medio del rango de peso saludable, tuvieron un 27 % más de probabilidades de morir que la población de referencia.

   Por el contrario, las personas con un IMC en el rango de sobrepeso (25 a <30 kg/m 2) y aquellas con un IMC en la parte inferior del rango de obesidad (30,0 a <35,0 kg/m 2) no tenían más probabilidades de haber muerto que las de la población de referencia, un fenómeno al que a veces se hace referencia como estar metabólicamente sano o "gordo pero en forma".

   Los que tenían un IMC de 35 a <40,0 kg/m2 tenían un riesgo mayor de muerte del 23%. Todos los resultados se ajustaron por sexo, nivel de comorbilidad y nivel educativo. Se obtuvo un patrón similar cuando los investigadores analizaron la relación entre el IMC y la obesidad en participantes de diferentes edades, sexos y niveles de educación.

    Los investigadores se sorprendieron al descubrir que el IMC no estaba asociado con una mayor mortalidad hasta un IMC de 35 kg/m2 y que incluso un IMC de 35 a <40 kg/ m2 solo estaba asociado con un riesgo ligeramente mayor.

   El doctor Gribsholt declara: "Una posible razón de los resultados es la causalidad inversa: algunas personas pueden perder peso debido a una enfermedad subyacente. En esos casos, es la enfermedad, no el bajo peso en sí, la que aumenta el riesgo de muerte, lo que puede hacer que parezca que un IMC más alto ofrece protección. Dado que nuestros datos provienen de personas que se sometieron a exploraciones por razones de salud, no podemos descartar esto por completo. También es posible que las personas con un IMC más alto que viven más tiempo (la mayoría de las personas que estudiamos eran mayores) puedan tener ciertos rasgos protectores que influyan en los resultados.Aun así, en línea con investigaciones anteriores, descubrimos que las personas con bajo peso enfrentan un riesgo de muerte mucho mayor".

   Cualquiera que sea la explicación, el IMC no es el único indicador de que un individuo tiene niveles no saludables de grasa, matiza el profesor Bruun.

   Además aclara: "Otros factores importantes incluyen la distribución de la grasa. La grasa visceral (grasa metabólicamente muy activa que se almacena en la profundidad del abdomen, envolviendo los órganos) secreta compuestos que afectan negativamente la salud metabólica. Como resultado, un individuo que tiene un IMC de 35 y tiene forma de manzana (el exceso de grasa está alrededor de su abdomen) puede tener diabetes tipo 2 o presión arterial alta, mientras que otro individuo con el mismo IMC puede no tener estos problemas porque el exceso de grasa está en sus caderas, glúteos y muslos.

   "Está claro que el tratamiento de la obesidad debe ser personalizado, teniendo en cuenta factores como la distribución de la grasa y la presencia de enfermedades como la diabetes tipo 2 a la hora de establecer un peso objetivo", concluye el experto.

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