MADRID 1 Abr. (EUROPA PRESS) -
Los investigadores del National Jewish Health (Estados Unidos) han descubierto biomarcadores cutáneos en bebés que predicen el desarrollo temprano de alergias alimentarias.
Durante un estudio reciente que acaba de publicarse en la revista 'Journal of Allergy & Clinical Immunology', se recogieron tiras de cinta cutánea de los antebrazos de recién nacidos a los dos meses de edad, una edad anterior a que hubiera signos de alergias alimentarias.
Así, los investigadores del National Jewish Health desarrollaron la técnica de toma de muestras de cinta cutánea, que no es invasiva y resulta suave para estos pacientes tan jóvenes. Las proteínas superficiales de la piel y los lípidos se unen a la cinta, y después se extrae la cinta para estudiar los detalles de lo que se encuentra en la piel. Se hizo un seguimiento clínico de los niños hasta que cumplieron dos años para ver si aparecían alergias.
"Sabemos que el sistema inmunitario bajo la piel altera la barrera cutánea. Con nuestras cintas cutáneas indoloras, sabemos si las proteínas que se encuentran en la superficie de la piel son anormales", afirma el doctor Evgeny Berdyshev, investigador del National Jewish Health y primer autor del estudio. "Si había lípidos anormales y proteínas anormales en la piel, eso es un signo temprano de lo que eventualmente puede conducir a la dermatitis atópica y alergias a los alimentos", ha apuntado.
"En última instancia, queremos identificar a las personas en riesgo de alergia a los alimentos y hacer frente a las anomalías de la barrera cutánea temprano para prevenir el desarrollo de estas condiciones", ha apostillado Donald Leung, jefe de la División de Alergia Pediátrica e Inmunología en el Departamento de Pediatría de la National Jewish Health, y autor principal del estudio.
"Este es solo el primer paso", ha dicho el doctor Leung. "Ahora tenemos un biomarcador de la dermatitis atópica y la alergia alimentaria: la anomalía consiste en lípidos, microbios y proteínas anormales. Ahora hacemos pruebas en recién nacidos para determinar si podemos prevenir esta anomalía", ha señalado.
Así, aplican una crema de lípidos en la piel de los participantes en el estudio, de modo que es de esperar que pueda penetrar en la piel e infundirle ácidos grasos. "Estamos trabajando para desarrollar una crema antiinflamatoria como resultado de este estudio", ha avanzado Leung.
Los investigadores del National Jewish Health están reclutando actualmente a mujeres embarazadas y bebés de 0 a 12 semanas para que participen en el estudio en curso. El National Jewish Health es una de las cuatro sedes mundiales de este estudio, denominado 'SEAL', que significa 'Stop Eczema and Allergy'.