"La pornografía machaca y deforma el cerebro de los jóvenes, es la tercera gran epidemia tras el tabaco y la obesidad"

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Publicado: domingo, 29 enero 2023 9:06

   MADRID, 29 Ene. (EUROPA PRESS) -

   Miguel Ángel Martínez González es un epidemiólogo español y experto en salud pública que lo tiene claro:" Ha habido tres grandes oleadas que han hecho mucho daño a la salud pública en estos últimos años: primero el tabaco, con 100 millones de muertes en el siglo XX; después, la comida y la bebida basura, que ha producido la epidemia de obesidad que mata a 4 millones de personas al año; y ahora la de las pantallas, la pornografía, y los comportamientos adictivos consecuentes, que asusta a psiquiatras".

   Y es que confiesa en una entrevista con Infosalus, con motivo de la publicación de su último libro 'Salmones, hormonas y pantallas' (Planeta), que estamos viviendo una terrible epidemia y "muy grave" de salud mental ante la que hay que plantarse de alguna manera y buscar las raíces y modos de acometerla.

   "Cada vez más voces surgen ante esta situación porque está todo el mundo alarmado de cómo crecen los casos de violencia sexual, los problemas de salud mental en jóvenes, y todo esto tiene que ver con las pantallas, con la exposición masiva a la pornografía a la que se exponen desde pequeños, y estoy hay que afrontarlo desde la medicina preventiva y la salud pública", insta este catedrático en Salud Pública de la Universidad de Navarra y catedrático visitante de la Universidad de Harvard.

   Con una temática totalmente diferente a la abordada en sus libros anteriores, en esta ocasión el doctor Martínez-González defiende el "escudo de la salud pública" frente a la cultura actual de "gratificación inmediata, y a las poderosas multinacionales que fomentan los estilos de vida perniciosos".

   A su juicio, la solución se encuentra en cambiar el ambiente social e ir en contra de la corriente, como hacen los salmones con los que titula su libro, tal y como ocurrió con el tabaco. "¿Quién se iba a imaginar en 1975 que se iba a prohibir fumar en las terrazas de los bares, por ejemplo?", manifiesta.

ASPECTOS DESENFOCADOS DE LA SEXUALIDAD

   Considera que con la sexualidad se está imponiendo "su versión más física, adictiva, irresponsable y despersonalizada", fomentado esto fundamentalmente por el "masivo acceso" a la pornografía que facilitan las pantallas a los menores y que, según denuncia, está inundando los cerebros de los niños, adolescentes, y jóvenes, con contenidos de explícitos de violencia sexual, y donde lamenta que las "grandes perjudicadas" son las mujeres. "Casi el 90% de las escenas de estos portales contienen violencia tanto simbólica como directa hacia ellas", sostiene.

   Es más, subraya que esta tendencia y "oleada creciente de daños para la salud, relacionados en parte frente con aspectos desenfocados de la sexualidad" se ha traducido en varios estudios científicos que constatan "graves realidades epidemiológicas", como un estudio de 2021 de Sanz-Barbero y Vives-Cases que mostraba que "en España más del 10% de las mujeres había sufrido violencia sexual solo en el último año". A su vez, resalta que más del 60% de los estudiantes universitarios estadounidenses cumplen criterios para diagnosticarles uno o más problemas de salud mental.

   Aquí su crítica más dura la lanza contra las corporaciones multinacionales de la pornografía 'on line', las grandes tabacaleras, o por ejemplo redes sociales como Tik Tok, prohibida en la India desde 2020 o denunciada por las escuelas públicas de Washington recientemente por fomentar el desarrollo de trastornos mentales al emplearla, y "que se han hecho de oro a costa de estropear masivamente la salud de la población".

EL PERJUICIO AL CEREBRO DE LOS JÓVENES

   Así, el doctor Martínez-González sostiene que "las imágenes pornográficas producen un efecto deformante a nivel cerebral, y que no solo tiene un efecto funcional sobre el cerebro, sino también logra cambios morfológicos en este, ya que supone un estímulo supranormal, de todos los circuitos de recompensa placentera".

   Esto se traduce, según prosigue, en que los más jóvenes que se enganchan a la pornografía, se vuelven adictos, se les reduce la corteza prefrontal, que es la parte del cerebro más relacionada con el pensamiento, con las tareas intelectuales, y con el autocontrol, explica este experto en salud pública.

EL TIEMPO DEDICADO A LAS PANTALLAS

   Una de las fórmulas para evitar llegar a ese problema, según denuncia, es retrasar al máximo el acceso de los menores a las pantallas y a los teléfonos inteligentes. "Habría que instaurar el premio a aquellos padres de la clase que sean los últimos en darle el móvil a sus hijos", bromea.

   Insiste este catedrático de Salud Pública en que la adolescencia es el "peor momento" para una puerta de acceso tan fácil a Internet: "No hay más que ver cómo crecen vertiginosamente los delitos sexuales, y especialmente en las edades más jóvenes. Entre otros puntos favorecido por las conductas que ven en las pantallas, con sexo no consentido, todo tipo de abusos y escenas que ningún ser humano debería haber visto nunca; todo fundamentado por la gran corporación de pornografía 'on line'".

   Sostiene a la vez que la mejor evidencia epidemiológica dice que los comportamientos autolesivos están muy relacionados con los abusos de pantallas, dado que hasta los 18 años el cerebro de los adolescentes no está conformado para poder tener un acceso a los teléfonos con acceso a Internet.

   Aconseja igualmente limitar mucho el tiempo de pantallas al día, "no puede ser que se esté más de hora y media o dos al día", poner franjas de uso, y por parte de los padres intentar mantener al máximo una comunicación sin tabúes, sin secretos, donde los padres puedan estar al tanto de lo que sus hijos ven.

   "Cuando son muy jóvenes, un error es que tengan el móvil. Hay móvil, pero hay contraseña para papás. Pero no usarlo ni por la noche, ni antes de cenar, y nada de comidas con el móvil, ni de revisar cada dos por tres las nuevas notificaciones. Tik tok es muy peligrosa, porque además está cargada de contenido pornografía que están sufriendo los jóvenes", sentencia este experto en salud pública, quien arremete también contra los gobiernos, a quienes pide mayor acción: "No son solo los padres. También los gobiernos deben actuar tal y como están haciendo las escuelas públicas de Washington o la India, con normas de regulación de estas redes sociales".