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MADRID, 30 Dic. (EUROPA PRESS) -
Un acceso más rápido a las intervenciones de control de hemorragias que se enseñan en el programa 'Stop the Bleed' del Colegio Estadounidense de Cirujanos (ACS) podría haber evitado las muertes de numerosas víctimas de homicidio en Maryland, según un análisis primero en su tipo de Johns Hopkins Medicine en Estados Unidos, publicado en el 'Journal of the American College of Surgeons' (JACS).
El análisis incluyó datos de más de 5.000 víctimas de homicidio en Maryland y mostró que casi la mitad de las víctimas que murieron por heridas de bala o puñaladas sufrieron graves heridas hemorrágicas que afectaron sus brazos o piernas.
"Sabemos que las habilidades que se enseñan en 'Stop the Bleed' pueden salvar vidas, pero disponemos de muy pocos datos poblacionales que nos indiquen la frecuencia con la que ocurren lesiones tratables con las técnicas aprendidas en Stop the Bleed", matiza el doctor Joseph V. Sakran, autor principal del estudio y vicepresidente ejecutivo de cirugía en Johns Hopkins Medicine.
"Maryland tiene una alta incidencia de lesiones violentas y un sólido sistema médico forense, lo que nos brinda una oportunidad única para estudiar cuántas víctimas de homicidio sufrieron lesiones que podrían haber sobrevivido con un control rápido de la hemorragia", afirma.
STOP THE BLEED EN ACCIÓN
El programa 'Stop the Bleed' del Colegio Estadounidense de Médicos enseña a los transeúntes a usar tres técnicas para emergencias de hemorragia grave mientras esperan a los primeros intervinientes: aplicar presión, taponar la herida y usar un torniquete. Desde su lanzamiento, más de 5 millones de personas han recibido capacitación.
Para el estudio de JACS, los investigadores revisaron 5.765 informes de autopsias de víctimas de homicidio en Maryland fallecidas por arma de fuego o puñaladas entre 2005 y 2017. Clasificaron los casos como lesiones aisladas en extremidades (solo brazos o piernas) o lesiones no aisladas en extremidades (que afectan otras partes del cuerpo, como la cabeza, el cuello, el tórax o el abdomen). También revisaron los informes en busca de evidencia de daño significativo en los vasos sanguíneos, como heridas en las arterias femoral o braquial.
Se identificaron muertes potencialmente evitables en víctimas que tenían lesiones aisladas en las extremidades, que según los investigadores representan los escenarios más claros en los que la intervención de los transeúntes con técnicas de control del sangrado es probable que sea eficaz.
La mayoría de los homicidios ocurrieron por heridas de bala (84%), seguidas por heridas de arma blanca (16%) y mecanismos combinados (<1%). Casi la mitad de las víctimas de heridas de bala y un tercio de las de apuñalamiento sufrieron múltiples lesiones, que incluyeron brazos o piernas.
Una fracción menor, pero significativa, de los fallecidos -alrededor del 1% de las víctimas de heridas de bala y el 2% de las de apuñalamiento- presentó lesiones aisladas en las extremidades, que podrían haber sido evitadas si se hubieran aplicado técnicas de control de hemorragias en el lugar de los hechos. Esto se traduce en 72 muertes potencialmente evitables.
Las víctimas de disparos con heridas aisladas en las extremidades tenían 10 veces más probabilidades de sufrir una lesión vascular significativa (una lesión que causa sangrado potencialmente mortal) que aquellas que sufrieron múltiples lesiones. Las víctimas eran predominantemente hombres negros menores de 30 años, lo que subraya la necesidad de que los esfuerzos de extensión comunitaria y prevención de la violencia lleguen a las comunidades en riesgo.
"Esta investigación nos indica que, si bien las heridas aisladas en las extremidades son relativamente poco frecuentes, representan una gran oportunidad para el control de hemorragias en transeúntes, y ese es precisamente el tipo de lesiones a las que se dirige el programa de capacitación Stop the Bleed de la ACS", insiste Sakran. "Aunque el 1% pueda parecer poco, en salud pública, cada muerte evitable importa. Cada uno de estos individuos era un hermano, hermana, familiar o amigo, y debemos pensar en ellos en esos términos, no solo en estadísticas".
IMPACTO POTENCIAL EN LA SALUD PÚBLICA
Sakran señala que, dado que el estudio no evaluó lesiones no aisladas que podrían haber sobrevivido con control de hemorragias, es probable que el número de vidas potencialmente salvadas sea mayor. Añadió que, si bien los resultados son específicos de Maryland, que cuenta con una alta densidad de centros de traumatología de nivel 1 y 2, los hallazgos resaltan una brecha crítica entre las hemorragias graves y la primera respuesta, que Stop the Bleed ayuda a cerrar en todas las comunidades. Investigaciones futuras investigarán el papel de Stop the Bleed en la prevención de muertes por lesiones más complejas y multisituadas.
"No hace falta ser médico para salvar una vida; solo hay que saber qué hacer en los primeros minutos de una herida sangrante, antes de que lleguen los servicios de emergencia", finaliza. "Y esos primeros minutos suelen ser de la comunidad, no del hospital".