MADRID, 9 Ene. (EUROPA PRESS) -
Se ha planteado la hipótesis de que el inicio de la terapia antirretroviral contra el VIH (TAR) dentro de las horas posteriores al nacimiento tiene efectos positivos que aumentan la posibilidad de remisión en algunos niños con VIH. Una nueva investigación de la Universidad de Columbia (Estados Unidos) ha demostrado que los resultados son similares si se inicia a los 2 días como a las 2 semanas y que la TAR por sí mísma es poco probable que conduzca a la remisión.
Para probar la hipótesis, los investigadores de la Escuela de Salud Pública de Columbia Mailman y el Centro Médico Irving de la Universidad de Columbia diseñaron un ensayo en un grupo de recién nacidos con VIH que comenzaron con el TAR dentro de los 14 días posteriores al nacimiento, cuyos resultados publican en la revista en línea 'E-Clinical Medicine'.
La investigación mostró que alrededor del 75 por ciento de los lactantes lograron la supresión viral con TAR, pero solo el 52 por ciento logró y mantuvo la supresión viral. El éxito de lograr y mantener la supresión viral fue similar en los 46 recién nacidos que lo iniciaron con menos de dos días (51 por ciento) que los 27 recién nacidos que comenzaron la terapia entre 2 y 14 días después del nacimiento (54 por ciento).
"Los resultados de nuestro ensayo sugieren que el tratamiento muy temprano en los recién nacidos puede no tener que significar a las pocas horas de nacer --detalla Louise Kuhn, profesora de epidemiología de la Columbia Mailman School--. Aprendimos que debemos estar más en sintonía para basar las decisiones sobre lo rápido que hay que comenzar el tratamiento antirretroviral para optimizar la adherencia materna con el tratamiento en lugar de solo centrarnos en la velocidad".
"Aunque ciertamente no queremos introducir demoras indebidas --puntualiza--, comenzar el tratamiento antirretroviral en las primeras dos semanas de la vida condujo a resultados similares a comenzar dentro de los primeros dos días de vida".
El estudio fue diseñado poco después del informe de un bebé en Mississippi que comenzó el tratamiento antirretroviral dentro de las 30 horas posteriores al nacimiento y que pudo mantener la supresión viral sin tratamiento durante más de dos años. Este informe condujo al optimismo de que el tratamiento antirretroviral iniciado a las pocas horas del nacimiento podía conducir a la protección de procesos inmunes críticos y cantidades virales más pequeñas, lo que haría posible la remisión en una minoría considerable de bebés tratados de esta manera.
"El resultado de Mississippi planteó la tentadora posibilidad de que podamos facilitar la remisión en los bebés si comenzamos el TAR muy temprano en la vida", apunta Kuhn.
Para obtener la población objetivo para el ensayo, se establecieron protocolos clínicos en el Hospital Madre e Hijo Rahima Moosa (RMMCH), en Johannesburgo (Sudáfrica). El análisis incluyó a 73 niños que nacieron entre el 1 de marzo de 2015 y el 30 de septiembre de 2017 con infección confirmada por VIH y un TAR iniciado dentro de los 14 días.
De los que sobrevivieron durante el estudio, el 75 por ciento alcanzó una carga viral menor a 50 copias / ml en en TAR, pero no todos mantuvieron este bajo nivel de virus. Al dividir el grupo en los 46 recién nacidos que iniciaron TAR con menos de dos días y los 27 recién nacidos que comenzaron TAR entre 2 y 14 días, mostraron un porcentaje similar de alcanzar y mantener una carga viral menor 50 copias / ml.
En los bebés tratados muy temprano (menos de 2 días de edad), el 51 por ciento logró y mantuvo la supresión viral, mientras en los lactantes tratados temprano (de 2 a 14 días de edad), el 53 por ciento logró y mantuvo la supresión viral.
"Las tasas de supresión viral, especialmente a los cortes más estrictos que los requeridos por nuestro protocolo fueron más bajas de lo esperado, y concluimos que el tratamiento antirretroviral por sí solo, con los regímenes habitualmente disponibles, es poco probable que conduzca a la remisión en una minoría considerable de bebés tratados de forma temprana", advierte Kuhn.
Lo más probable es que esto se explique por los desafíos significativos de la adherencia materna adecuada con ART para recién nacidos y lactantes, incluidas las principales dificultades prácticas para mantener la adherencia con líquidos dos veces al día y poco sabrosos para lactantes. Además, la mayoría de los cuidadores de los participantes del estudio viven en circunstancias económicas empobrecidas con problemas sociales complejos y experimentan un alto grado de estigma relacionado con el VIH.
"Necesitamos encontrar intervenciones para tratar a los recién nacidos que sean razonables para que las madres se adhieran completamente", advierte Kuhn. Las formulaciones de acción prolongada y / o las intervenciones alternativas pueden ser más compatibles con la adherencia y deben investigarse. Esto puede permitir un control viral más rápido y sostenido y la recuperación inmune en una proporción mayor de bebés tratados temprano como un trampolín para lograr la remisión.