MADRID, 12 Feb. (EUROPA PRESS) -
Los estereotipos sobre las niñas y sobre las mujeres son una de las causas por las que las carreras científicas y tecnológicas registran un mayor número de estudiantes varones, según la doctora en Física y responsable de la Comisión Mujeres y Ciencia del CSIC, Pilar López Sancho. "Muchas de estas niñas que no se consideran brillantes para hacer ciencia podrían hacer un trabajo magnífico y las estamos perdiendo", ha lamentado.
Según López Sancho, pese a que las causas de la existencia de los estereotipos "son complejas", existen factores históricos que refuerzan el hecho de que "se haya dado más protagonista a las cualidades masculinas" sobre las femeninas. "A las mujeres se les ha apartado de la fuente del conocimiento. No podían entrar en las universidades hasta muy tarde, no podían aprender latín, que era la lengua de la ciencia, y todo eso las ha apartado. Se han incorporado a finales del siglo XIX y principios del XX con muchos prejuicios", recuerda.
Estos estereotipos, según indica en una entrevista con Europa Press con motivo de la conmemoración del 'Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia', no siempre son "fáciles" de identificar: "Por ejemplo, se sabe que cuando el centro se llama escuela de informática en vez de facultad de informática hay menos mujeres. Hay algo que influye, son muchos factores".
De hecho, se muestra convencida de que "todo el mundo tiene sesgos" en esta dirección que se manifiestan ante "algunos tipos de preguntas si las preguntan de prisa", como el hecho de que generalmente "no se asocia como piloto a una señora, lo mismo un cirujano".
"Los estudios muestran que las niñas, aunque tengan mejores notas, a partir de los cinco o seis años asocian a su género que son muy agradables, muy simpáticas y muy trabajadoras, pero no brillantes. Hay algo que les estamos transmitiendo y que lo tenemos todos", manifiesta.
SIN OPOSICIONES NO HAY AVANCES
En cuanto a la situación actual de la igualdad en el CSIC explica que la tendencia positiva ha quedado "congelada" porque durante los últimos años han salido "muy pocas plazas" en el organismo, de forma que no se ha avanzado en el equilibrio de la plantilla. "Hubo una mejoría cuando subió la oferta pública de empleo pero luego se ha quedado estancado", explica, aunque señala que todavía no están disponibles los datos de 2017.
Además, indica que, hasta donde tiene conocimiento, "las facultades de ciencias no están teniendo más matrículas de mujeres" y en las de ingeniería e informática "siguen siendo bajas".
Los últimos datos del 'Informe de Mujeres Investigadoras 2017' del CSIC (a partir de datos de 2016), situaban el índice del "techo de cristal" de las mujeres en el organismo en 1,44, por debajo de la media europea de 2013 (1,8).
Según este documento, la proporción de mujeres en la categoría más alta, la de profesoras de investigación, supera, con un 24,84%, a la media europea, que en 2013 era del 21%, aunque la desigualdad sigue patente, pues las mujeres representan el 35,7% del personal funcionario del CSIC.
Aún así, López Sancho cree que durante los últimos meses "se están haciendo cosas" hay "mayor actividad" por avanzar hacia la igualdad, algo que atribuye probablemente a la publicidad que ha obtenido la campaña '#MeToo' impulsada por actrices y personas ligadas al mundo del cine en Hollywood contra el acoso sexual y los abusos.
En este sentido, cree que "seguro" que en la investigación en España también se dan casos de acoso sexual y cree que sería extraño que no los hubiese, teniendo en cuenta que tienen lugar en muchos otros sectores. No obstante, reconoce que no hay estudios ni datos que indiquen qué alcance tiene.
"Debe de haberlo, porque son situaciones de poder, pero es difícil conocer los datos si no hay denuncias. "He oído algún caso y seguro que los hay, pero no hay datos", señala.
En todo caso, subraya que ahora "hay protocolos contra el acoso" desde que se aprobó la Ley de Igualdad y "están bien anunciados", pero aún así "las pocas personas que denuncian" no suelen llevar a término la demanda porque están "en una situación muy difícil" porque "hay una relación de poder".
CUESTIÓN DE JUSTICIA
Para la responsable de la Comisión Mujeres y Ciencia del CSIC, la cuestión de una mayor igualdad entre sexos en el ámbito científico debe abordarse en primer lugar como una cuestión de "justicia". "Se trata de quitar unos estereotipos que están ahí y que han valorado más las características masculinas que las femeninas de manera arbitraria", explica.
No obstante, incide en que no se trata de un objetivo "romántico" sino que también contribuirá a la mejora de la investigación y de la economía española. "El año pasado el presidente Trump firmó una legislación para promover mujeres en STEM y hay estudios (uno de McKenze de 2016 y otro del Instituto Europeo para la Igualdad de Género de 2017) que con modelos macroeconómicos han visto que el cierre de la brecha de género supondría un incremento del PIB y una creación adicional de empleo bastante considerable", ha asegurado, además de mencionar otras investigaciones que vinculan la diversidad en los equipos con una mayor efectividad.