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MADRID, 7 Feb. (EUROPA PRESS) -
El descuido en el tratamiento de la diabetes acaba dañando nervios y afectando al riego sanguíneo, hasta el punto de provocar la pérdida de sensibilidad en la extremidades inferiores y de generar su amputación. Así, el pie diabético es el responsable del 70 por ciento de las amputaciones de extremidades inferiores en Europa, según expertos que han participado en el 'II Congreso Nacional de Heridas', que se celebra estos días en Madrid.
En general, el 15 por ciento de los diabéticos corre riesgo de amputación de un pie a consecuencia de los daños que el exceso de azúcar en la sangre provoca sobre el sistema nervioso y vascular, ha señalado el doctor Javier Aragón, responsable del Área de Pie Diabético del II Congreso Nacional de Heridas, quien ha participado en el encuentro.
El pie diabético se manifiesta a través de una piel reseca, que hace que cualquier roce por pequeño que sea acabe por producir una herida, caldo de cultivo de infecciones.
"Un golpe, una piedrecita que entra en el zapato o, sin ir más lejos, las clásicas rozaduras producidas por el calzado generan a estos diabéticos una herida que incluso no advertirán por la pérdida de sensibilidad; al no tratar la lesión, las bacterias colonizarán la zona, destruyendo el tejido y haciendo muy complicada la cicatrización", ha argumentado este experto.
CONTROL "MUY ESTRICTO"
Por este motivo, Aragón ha aconsejado un control "muy estricto" de la diabetes, la tensión, los niveles de colesterol y no fumar. "Descuidarlos lleva a la aparición de estos dos factores de riesgo, principales responsables de la producción de úlceras, las cuales preceden al 85 por ciento de las amputaciones de pie", ha insistido.
Además, ha recomendado que, para evitar su aparición, es "imprescindible" que estos diabéticos sean "muy rigurosos" en su autocuidado, siguiendo de "forma estricta" sencillos consejos, como caminar una hora al día para favorecer la circulación, llevar un calzado adecuado o mantener la piel muy bien hidratada.
También, extremar la higiene, "teniendo especial cuidado a la hora de secar los espacios entre los dedos para evitar que la humedad favorezca la aparición de hongos y posibles infecciones", ha añadido este experto.
Otras medidas pasan por controlar la temperatura del agua, "ya que la pérdida de sensibilidad puede llevarles a soportar circunstancias extremas sin sufrir dolor alguno, llegando incluso a provocarse quemaduras graves, que en sus circunstancias traerían complicaciones en la cicatrización". Asimismo, evitar caminar descalzos en superficies que puedan retener mucho calor, como puede ser la arena de la playa o el cemento de las piscinas.
"Sin duda, un diagnóstico precoz y también un enfoque multidisciplinar de esta enfermedad, que incluya la participación de enfermeros, médicos especialistas es con toda probabilidad la mejor forma de detectar y atajar cualquier complicación que pueda darse", ha resumido Aragón.
El Congreso Nacional de Heridas es un encuentro organizado por la Sociedad Española de Heridas (SEHER) y dirigido a todos aquellos profesionales del ámbito hospitalario que trabajan día a día con pacientes portadores de heridas y que necesitan dominar los últimos avances científicos y prácticos en el tratamiento de estas lesiones.