MADRID, 25 Feb. (EUROPA PRESS) -
Las garrapatas pueden causar alergia a la carne roja a las personas aunque no se hayan alimentado de mamíferos, según ha mostrado un estudio llevado a cabo por expertos de la Universidad de Carolina del Norte (Estados Unidos) y que ha sido presentado en la Conferencia Anual de la Academia Americana de Alergias, Asma e Inmunología (AAAAI).
Hasta ahora se ha creído que para que una garrapata desencadene una respuesta inmune alérgica a alfa-gal en personas, tendría que haberse alimentado recientemente de la sangre rica en alfa-gal de un mamífero. Alpha-gal es un azúcar que se encuentra en la mayoría de la sangre de mamíferos, excepto en las personas, y cuando desarrollan una respuesta inmune alérgica, esta respuesta puede provocar una alergia a la carne roja llamada síndrome de alfa-gal (AGS).
"Nuestra hipótesis original era que los humanos desarrollaron alergia después de haber sido expuestos a alfa-gal a través de una garrapata que se alimentó de un ciervo, perro u otro mamífero pequeño que tiene alfa-gal. Este nuevo dato sugiere que las garrapatas pueden inducir esta respuesta inmune sin requerir la comida de sangre del mamífero, lo que probablemente signifique que el riesgo de que cada mordida pueda llevar a la alergia es más alto de lo que anticipamos", han dicho los expertos.
Para llegar a estos hallazgos, los investigadores eliminaron los glóbulos blancos de la inmunoglobulina E (IgE), anticuerpos producidos por el sistema inmunitario durante una reacción alérgica. Los glóbulos blancos extraídos se cebaron con plasma de individuos con AGS y sin AGS, para, posteriormente, agregar a las células un extracto de glándula salival de cuatro especies de garrapatas: 'Lone Star', 'Deer', 'Gulf Coast' y 'American Dog'. Algunas de las garrapatas se habían alimentado recientemente de sangre que contenía alfa-gal, y otras no.
Como los investigadores esperaban, la saliva de las garrapatas 'Lone Star' y 'Deer', que se alimentaban de sangre, provocó una reacción. Sin embargo, la saliva de esos mismos tipos de garrapatas que no se habían alimentado recientemente de sangre también causó una reacción.
De hecho, la saliva de una garrapata 'Lone Star' que no se había alimentado recientemente causó una reactividad 40 veces mayor en comparación con el control.