MADRID 5 Ago. (EUROPA PRESS) -
Las personas que son vulnerables a desarrollar alcoholismo presentan una respuesta cerebral distintiva al beber alcohol, según un nuevo estudio realizado por el profesor Marco Leyton, del Departamento de Psiquiatría de la Universidad de McGill, en Montreal (Canadá).
En comparación con las personas con bajo riesgo de problemas de consumo de alcohol, los de alto riesgo mostraron una mayor respuesta a la dopamina en una vía cerebral que aumenta el deseo de recompensa, como concluye la invesigación, cuyos resultados publica la revista 'Alcoholism: Clinical & Experimental Research' y podrían marcar un paso importante hacia el desarrollo de opciones de tratamiento.
"No hay evidencia acumulada de que existen múltiples caminos hacia el alcoholismo, cada uno asociado a un conjunto distinto de características de la personalidad y características neurobiológicas", dijo el profesor Leyton, investigador de la enfermedad mental y la adicción del Instituto de Investigación del Centro de Salud de la Universidad McGill (RI-MUHC, en sus siglas en inglés).
"Es probable que estas diferencias individuales influyan en una amplia gama de comportamientos, tanto positivos como problemáticos. Nuestro estudio sugiere que una tendencia a experimentar una respuesta grande a la dopamina cuando se consume alcohol podría contribuir a una (o más) de estas vías", añade este científico.
Para el estudio, los investigadores reclutaron a 26 bebedores sociales sanos (18 hombres y 8 mujeres), entre 18 y 30 años de edad, de la zona de Montreal. Se identificaron las cuestiones de mayor riesgo en función de los rasgos de personalidad y la menor respuesta de intoxicación al alcohol (sentirse menos borracho a pesar de haber bebido la misma cantidad) y cada participante se sometió a dos emisiones de positrones (PET), exámenes de exploración de positrones del cerebro después de beber zumo o alcohol (alrededor de tres bebidas en 15 minutos).
"Encontramos que las personas vulnerables a desarrollar alcoholismo expermientaron una inusual respuesta a la dopamina en el cerebro cuando tomaron una copa --señaló Leyton--. Esta gran respuesta podría dinamizar las conductas de búsqueda de recompensa y contrarrestar los efectos sedantes del alcohol. Por el contrario, las personas que experimentan una mínima liberación de dopamina cuando beben pueden padecer los efectos sedantes del alcohol especialmente pronunciados".
"Un cuerpo mucho más grande de investigación ha identificado un papel de la dopamina en los comportamientos de búsqueda de recompensa en general. Por ejemplo, tanto en animales de laboratorio como personas, el aumento de la transmisión de dopamina parece aumentar el atractivo de los estímulos relacionados con la recompensa", argumenta Leyton.
Y concluye: "Este efecto probablemente contribuye al motivo por el cual tomar una bebida aumenta la probabilidad de ingerir una segunda, la respuesta a la dopamina inducida por el alcohol hace que la segunda bebida resulte aún más deseable si algunas personas están experimentando respuestas a la dopamina inusualmente grandes de alcohol, lo que puede ponerlos en riesgo".