MADRID 16 Ago. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Universidad de California en Berkeley (Estados Unidos) y del Gobierno de Tamil Nadu (India) han evidenciado que las comorbilidades, es decir, si dos o más patologías o enfermedades ocurren en la misma persona, predicen si va a dar positivo en una prueba de COVID-19.
El estudio examinó los datos de un programa de vigilancia a gran escala en Madurai, Tamil Nadu, para evaluar los factores de predicción de la infección y la mortalidad por COVID-19, y para comprobar la exhaustividad de los informes epidemiológicos.
Hasta el 8 de agosto de 2021, la India informó de más de 428.000 muertes por COVID. Aunque se trata de una carga importante, representa una fracción global de casos mortales inferior a la que han mostrado otros entornos. Hay pocos estudios a gran escala que examinen la infección por el SARS-CoV-2 y la mortalidad en la India, y esto ha dificultado los esfuerzos por comparar la epidemiología del COVID-19 con las observaciones de otros entornos.
Varios estudios en todo el mundo han informado sobre los factores predictivos de la infección por COVID-19 y la mortalidad entre los individuos. Sin embargo, ninguno diferencia los resultados de la infección sintomática o asintomática, ni utiliza los esfuerzos de vigilancia basados en la comunidad para evaluar los predictores de la infección y la mortalidad.
Este estudio informa sobre los datos de vigilancia exhaustivos recogidos de más de 440.000 pruebas de SARS-CoV-2 realizadas a través de pruebas clínicas y de divulgación basadas en la comunidad durante la primera ola de la pandemia en Madurai, India. Caracteriza las diferencias en los factores de riesgo de la infección sintomática y asintomática, así como el impacto de las diferencias en la estructura demográfica de la India en la distribución de los casos (sintomáticos y asintomáticos) y las muertes.
En general, los autores observaron mayores probabilidades de infección sintomática entre los hombres y los grupos de mayor edad y entre los individuos con condiciones comórbidas (es decir, diabetes, hipertensión y trastornos respiratorios). Por el contrario, el riesgo de infección asintomática no difirió entre los niños y los adultos jóvenes, pero aumentó a partir de los 40 años.
La edad avanzada, el sexo masculino y los antecedentes de cáncer, diabetes, enfermedad renal crónica, hipertensión, otros trastornos circulatorios crónicos, trastornos respiratorios y trastornos endocrinos se asociaron de forma independiente con un mayor riesgo de mortalidad por COVID-19.
Tras la estandarización de la edad, los autores identificaron un mayor riesgo de mortalidad entre los pacientes de Madurai que entre los de Estados Unidos, Europa, China y Corea del Sur, a pesar de que el 63 por ciento de los individuos analizados en este estudio eran asintomáticos.
Según los estudios de seroprevalencia, solo entre el 1 y el 4 por ciento de las infecciones se determinaron mediante vigilancia. Solo el 11 por ciento de las muertes entre individuos de al menos 15 años o más, lo que se esperaría basándose en la seroprevalencia en Madurai y en las estimaciones de otros entornos, se determinó por medio de la vigilancia.
"La recogida de datos en Madurai fue excepcional y permitió realizar un estudio de escala y alcance diferentes a los de otras partes del mundo. Los resultados muestran claramente el importante papel del control de las enfermedades no transmisibles como parte de una estrategia de contención de COVID-19 a largo plazo", explica el doctor Ramanan Laxminarayan, autor principal del estudio, que se ha publicado en la revista 'The Lancet Infectious Diseases'.