MADRID, 16 Nov. (EUROPA PRESS) -
Las personas con TDAH (Trastorno de Déficit de Atención con o sin Hiperactividad) presentan mayor riesgo de padecer, obesidad, trastornos del sueño, conducta alimentaria alterada, principalmente bulimia, y patrones poco saludables de alimentación, según ha expuesto Azucena Díez, psiquiatra de la Clínica Universidad de Navarra, durante la reunión de la Sociedad Vasco-Navarra de Psiquiatría, que se ha celebrado en el Colegio de Médicos de Gipuzkoa.
En este contexto, la especialista ha destacado que el TDAH "es un problema real, frecuente y tratable", que afecta aproximadamente al 3-7 por ciento de los niños: "es decir, al menos un niño en cada aula podría padecerlo". "Persiste en la edad adulta en el 60-70 por ciento de los casos. Se da en todas las zonas del mundo, independientemente de los factores sociales o del cociente intelectual y es más frecuente en varones", ha relatado.
Sus síntomas principales, tal y como ha recordado, son dificultad para mantener la atención en una actividad, no completar los trabajos, cometer errores por descuido, ser desorganizados, olvidadizos y poco eficientes en el trabajo. "También tienden a actuar de forma impulsiva, sin medir las consecuencias, y no planifican bien el tiempo", ha añadido.
Su tratamiento, en cualquier caso, es "seguro y eficaz, conocido desde hace más de 50 años", ha descrito Díez, quién ha destacado que el TDAH "no solo afecta a la esfera del ámbito escolar y laboral, sino también a las decisiones que hay que tomar en la vida cotidiana, en todos los ambientes".
"El TDAH hay que tratarlo porque no solo es un problema de rendimiento académico y laboral. Se asocia a peor calidad de vida, salud y un riesgo de muerte precoz y accidentes. Todo ello repercute en la esfera socio-sanitaria, generando un gran consumo de recursos y repercusión económica", ha subrayado la experta.
TDAH Y CRECIMIENTO
Por otro lado, durante su conferencia, la doctora Díez ha explicado que hay "muchas investigaciones abiertas" para aclarar si el TDAH por sí mismo puede provocar que los niños tengan un crecimiento tardío, ya que esta enfermedad se trata con fármacos estimulantes que en algunas ocasiones reducen el apetitito.
"Las investigaciones recientes indican que el TDAH no se asocia a déficits en la hormona o los factores de crecimiento. Debido a que los estimulantes pueden reducir el apetito, en algunos casos esta situación puede llegar a afectar al crecimiento, principalmente cuando niño ya es bajito de por sí y si empieza el tratamiento desde muy pequeño. En estos casos, que son mínimos, les puede llegar a afectar en aproximadamente 0,8 a 1,6 centímetros", ha destacado.