MADRID 13 Sep. (EUROPA PRESS) -
Un estudio del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO) ha revelado que en verano la mayoría de personas obesas y con sobrepeso suelen dar prioridad a las vacaciones por delante de la dieta y ganan más kilos en estos meses.
En el estudio han participado 90 personas que están en fase de tratamiento en dicho centro. De este modo, un 56 por ciento de los entrevistados, de entre 20 y 45 años de edad y con un sobrepeso inferior a los 25 kilos, afirma haber ganado entre uno y tres kilos durante el verano; mientras un 17 por ciento confiesa que se ha pasado de la ralla durante el verano cogiendo más de 3 kilos.
"Llama la atención en estos casos que los pacientes que ya tienen un alto índice de obesidad tienden a engordar más en el verano", señala Rubén Bravo, jefe del área de Nutrición de IMEO.
Esto se debe, según la mitad de los encuestados, a la falta de voluntad mientras un 37 por ciento se justifica con su entorno familiar, que "les impide hacer dieta cuando reina el espíritu vacacional".
Además, la mitad reconoce que el mejor momento para ponerse a dieta es el período posvacacional, ya "las vacaciones son sagradas y es cuando se permiten comer de todo, sin abusar", según responden un 47 por ciento de los entrevistados.
Un 37 por ciento de los encuestados señala que es mejor empezar con la dieta dos o tres meses antes del verano y un 16 por ciento indica que no realiza dieta durante sus vacaciones, porque "es cuando más disfrutan con la comida y no cuentan calorías".
En cuanto la alimentación, un 43 por ciento de los encuestados contesta que no hace diferencia en el verano y sigue con el mismo plan que el resto del año, mientras otro 43 por ciento señala que simplemente evitan ciertos alimentos que engordan.
Sólo un 14 por ciento, en su mayoría hombres entre 20 y 45 años, afirma haber hecho una dieta restrictiva, restringiendo mucho la ingesta de alimentos y comiendo modestas cantidades de fruta y verdura.
El estudio muestra también que el 60 por ciento de los entrevistados confiesa que no son muy aficionados al deporte y, como mucho, hacen paseos en familia al aire libre.
Además, un 23 por ciento señala que aprovecha el período estival para hacer natación, bicicleta, senderismo, juegos en equipo o ir de discotecas. Sólo un 17 por ciento, en su mayoría hombres, entre 20 y 45 años, persiste en el gimnasio, realizando pesas, 'footing', y actividades dirigidas en la época de más calor.