MADRID, 25 May. (EUROPA PRESS) -
Las personas con un grupo común de factores de riesgo para enfermedades del corazón y diabetes registraban aproximadamente el doble de probabilidades de morir de enfermedad cardiaca o accidente cerebrovascular que las personas sin el mismo conjunto de factores de riesgo si no lograron obtener más de seis horas de sueño, según un nuevo estudio observacional publicado en 'Journal of the American Heart Association'. Para los que dormían más, el riesgo de muerte era más modesto.
El estudio, financiado en parte por la Asociación Americana del Corazón, es el primero en medir la duración del sueño en el laboratorio en lugar de depender de los informes de los pacientes y el primero en examinar el impacto de la duración del sueño en el riesgo de muerte en aquellos con un grupo común de factores de riesgo de enfermedad cardiaca, según los autores.
Los investigadores seleccionaron aleatoriamente a 1.344 adultos, con una edad media de 49 años y un 42 por ciento hombres, que acordaron pasar una noche en un laboratorio de sueño como parte de la 'Cohorte de Adultos de Penn State'. Basándose en los resultados de las pruebas, se encontró que el 39,2 por ciento de los participantes tenía al menos tres de los factores de riesgo, que cuando se agrupan juntos se conocen como síndrome metabólico.
Para este estudio, el grupo incluía índice de masa corporal (IMC) superior a 30 y niveles elevados de colesterol total, presión sanguínea, glucemia en ayunas y niveles de triglicéridos. Durante un seguimiento promedio de 16,6 años, el 22 por ciento de los participantes murió.
En comparación con las personas sin el mismo grupo de factores de riesgo, las personas con síndrome metabólico que registraron más de seis horas de sueño en el laboratorio tenían alrededor de 1,49 veces más probabilidades de morir de accidente cerebrovascular durante el periodo de 16,6 años de seguimiento y quienes durmieron menos de seis horas en el laboratorio tenían alrededor de 2,1 veces más probabilidades de morir de enfermedad cardiaca o accidente cerebrovascular.
Los que dormían poco con síndrome metabólico también eran 1,99 veces más propensos a morir por cualquier causa en comparación con aquellos sin síndrome metabólico. La relación fue especialmente sorprendente porque los investigadores ajustaron los resultados teniendo en cuenta la apnea del sueño; la interrupción del sueño por pausas en la respiración que es un riesgo conocido de enfermedad cardiaca.
CUIDAR EL SUEÑO Y CONSULTAR A UN MÉDICO PARA FRENAR EL RIESGO
"Si usted tiene varios factores de riesgo de enfermedades del corazón, es importante cuidar de su tiempo de sueño y consultar con un médico si tiene sueño insuficiente si desea reducir el riesgo de muerte por enfermedad cardiaca o accidente cerebrovascular", dice el autor principal del estudio, Julio Fernández-Mendoza, profesor asistente en la Escuela de Medicina de la Universidad Estatal de Pennsylania, en Estados Unidos, y psicólogo del sueño en el Centro de Investigación y de tratamiento del sueño del Centro Médico de Salud Milton S. Hershey de Penn.
Este experto señala que, a menudo, se utilizan los estudios de laboratorio del sueño a menudo para descartar la apnea del sueño, pero los médicos también deben observar el sueño insuficiente en el laboratorio, ya que puede indicar un mayor riesgo de muerte en pacientes con factores de riesgo de enfermedad cardiaca.
Una reciente declaración científica de la Asociación Americana del Corazón sobre la duración y la calidad del sueño observó que un número creciente de estadounidenses sufren de dificultades para dormir u optan por reducir el sueño a favor de otras actividades sociales, de ocio o relacionadas con el trabajo y esto puede estar vinculado con riesgos cardiovasculares.
Como la investigación de Fernández-Mendoza fue un estudio observacional, los resultados no pueden establecer una causa y efecto, sólo una asociación entre el sueño corto y la mortalidad en las personas con síndrome metabólico. Otras limitaciones incluyen que el estudio usó sólo un día de resultados en el laboratorio de sueño y reclutó a muy pocos pacientes de colectivos minoritarios para determinar si hay diferencias raciales en la relación entre tiempos de sueño cortos y mortalidad.
"Se necesitan más ensayos clínicos en el futuro para determinar si el alargamiento del sueño, en combinación con la disminución de la presión arterial y la glucosa, mejora el pronóstico de las personas con el síndrome metabólico", concluye el profesor Fernández-Mendoza.