Síndrome de Asperger: prefieren estar solos pero no rehuyen del contacto

Niño con Síndrome de Asperger
SHANNON STAPLETON / REUTERS
Actualizado: viernes, 17 febrero 2017 12:43

MADRID, 17 Feb. (EUROPA PRESS) -

Las personas que padecen el síndrome de Asperger son pacientes que prefieren "estar solos, pero no rehúyen el contacto, aunque les incomoda la excesiva proximidad, a veces les cuesta mantener la mirada y no manejan bien el lenguaje corporal, siendo poco expresivos", como ha destacado el especialista en psiquiatría de Igualatorio Médico Quirúrgico (IMQ), el doctor Ibáñez Aramayo, con motivo del Día Mundial del síndrome de Asperger, que se celebrará el sábado 18 de febrero.

El síndrome de Asperger es una patología crónica, aunque se pueden aliviar y mejorar las características que conforman la enfermedad, como las dificultades de empatizar, la memoria inusual, los problemas de sueño o de alimentación, así como los problemas para comprender cosas que han oído o leído, según explica el Ibáñez Aramayo. Además, es una enfermedad que afecta tanto a niños como a adultos, aunque muchos de estos últimos están sin diagnosticar y se les tacha de maleducados, raros o egoístas, cuando en realidad no tienen constancia del síndrome que padecen.

A pesar de que tienen problemas para empatizar y entender los sentimientos de los demás, así como para comprender las normas y convencionalismos sociales, Ibáñez Aramayo recuerda que "la conciencia social y el apoyo psicológico son las principales herramientas para conseguir la integración de los afectados con el Síndrome".

En España, tres de cada 1.000 niños son diagnosticados con el síndrome de Asperger, según las estadísticas oficiales, además de ser una enfermedad que afecta a más niños que niñas (3 de cada 4), como han explicado desde IMQ.

NO HAY UN TRATAMIENTO ÚNICO

Además, subrayan que, aunque no existe un tratamiento único para el síndrome de Asperger, los profesionales están de acuerdo en que cuanto antes se detecte y se intervenga mejor resultará.

"El objetivo es apoyarles y ayudarles a que encuentren su manera de vivir en el mundo, con sus particularidades, y a que sean aceptados como son. Ni mejor ni peor que otros, solo diferentes", ha concluido el doctor Ibáñez Aramayo.