MADRID 17 May. (EUROPA PRESS) -
Las personas con enfermedades reumáticas inflamatorias crónicas, como la artritis reumatoide, la artritis psoriásica o la espondilitis anquilosante, tienen un mayor riesgo de desarrollar eventos cardiovasculares, según ha puesto de manifiesto el responsable del servicio de Reumatología del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, Miguel Ángel González-Gay Mantecón, durante el 38º Congreso Nacional de la Sociedad Española de Reumatología, que se celebra del 16 al 18 de mayo en Zaragoza.
Estas patologías reumáticas inflamatorias crónicas se asocian con un aumento de eventos cardiovasculares, no solo de cardiopatía isquémica sino también de accidentes cerebrovasculares y de fallo cardiaco. Asimismo, los factores de riesgo cardiovascular clásicos --hipertensión, dislipemia, obesidad, diabetes o tabaquismo-- tienen un papel importante en el desarrollo de las enfermedades reumáticas inflamatorias o en las metabólicas como, por ejemplo, la diabetes.
"En estos afectados juegan un papel clave otros factores como la inflamación crónica, que tiene un efecto aditivo que es al menos tan importante como los factores de riesgo cardiovascular clásicos" ha señalado González-Gay Mantecón. No obstante, existen otros factores genéticos que pueden provocar un mayor riesgo a la hora de desarrollar eventos cardiovasculares en pacientes con artritis reumatoide.
Estos datos han sido demostrados gracias a los estudios realizados por los miembros de la Red de Investigación en Inflamación y Enfermedades Reumáticas (RIER), financiada por el Instituto de Salud Carlos III y que está coordinada por el reumatólogo del Hospital 12 de Octubre, José Luis Pablos, formada por investigadores básicos como Javier Martín Ibáñez del Instituto de Parasitología y Biomedicina 'López - Neyra' de Granada, cardiólogos como Carlos González-Juanatey, y reumatólogos de diferentes centros hospitalarios españoles como González-Gay.
NO HAY GUÍAS CLÍNICAS ADECUADAS
Sin embargo, estos especialistas han recordado que actualmente no existen guías clínicas para determinar con certeza qué pacientes con enfermedad reumática inflamatoria crónica tienen alto riesgo de desarrollar eventos cardiovasculares, ya que la guía 'EULAR' tiene limitaciones debido a que "minimiza" el efecto de la inflamación y están desarrolladas a partir de consensos realizados para la población no reumatológica.
Asimismo, la Sociedad Española de Reumatología está buscando herramientas clínicas, independientes de las tablas europeas 'SCORE' --se utilizan para calcular el riesgo cardiovascular de la población general--, que sirvan para predecir qué grupos de pacientes tienen mayor riesgo de desarrollar eventos cardiovasculares.
"Los reumatólogos queremos llegar a establecer el riesgo cardiovascular de nuestros pacientes de una manera más precisa. La intención es hacer prevención primaria, sin tener que llegar a la secundaria. Por ello, estamos realizando estudios para definir esa subpoblación de pacientes en riesgo a los que podemos hacer tratamientos más activos y preventivos", ha argumentado González-Gay Mantecón, para concluir insistiendo en la necesidad de establecer unas "mejores herramientas que digan el riesgo cardiovascular real de un paciente con artritis reumatoide o espondiloartropatías".