MADRID, 29 Abr. (EUROPA PRESS) -
Las personas con obesidad que viajan en coche tienen un riesgo un 32 por ciento mayor de muerte por cualquier causa, en comparación con aquellas personas con un peso normal y que viajan a pie y en bicicleta, según un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Glasgow (Reino Unido) que ha sido presentado en el Congreso Europeo sobre Obesidad.
Trabajos anteriores han demostrado que los desplazamientos activos, principalmente en bicicleta, estaban asociados con un 50 por ciento menos de riesgo de muerte, por cualquier causa, y enfermedades cardíacas en comparación con los desplazamientos en coche.
Su análisis incluyó 163.149 participantes del Biobanco de Reino Unido a los que se ha dado seguimiento durante una media de 5 años. La obesidad se definió como un índice de masa corporal (IMC) superior a 30. El desplazamiento activo hacia y desde el trabajo fue autodiagnosticado y las personas se clasificaron en uno de los siguientes grupos: personas que viajan en coche, que caminan y andan en bicicleta (mixto activo), que solo caminan y que solo van en bicicleta.
Durante el seguimiento, un total de 2.425 participantes murieron y 7.973 desarrollaron enfermedades cardíacas. En comparación con tener un peso corporal saludable y realizar desplazamientos activos mixtos, la obesidad combinada con el desplazamiento en coche se asoció con un riesgo un 32 por ciento mayor de muerte prematura, una duplicación del riesgo de mortalidad por enfermedades cardíacas y un aumento del 59 por ciento en el riesgo de enfermedades cardíacas no mortales.
Por el contrario, las personas con obesidad que eran viajeros activos tenían un riesgo de muerte por cualquier causa similar al de los viajeros activos de peso normal, lo que sugiere que andar en bicicleta o caminar hacia y desde el trabajo podría reducir el efecto perjudicial de la obesidad. Sin embargo, el riesgo de enfermedad cardiaca aumentó en un 82 por ciento en los viajeros activos con obesidad en comparación con los viajeros activos de peso normal.
"Independientemente de su peso corporal, estar físicamente activo podría reducir en parte el exceso de riesgo asociado con la obesidad. Sin embargo, en comparación con otras formas de actividad física, como el gimnasio, el desplazamiento activo puede ser implementado y adaptado a nuestras rutinas diarias, a menudo sin costo adicional, pero al mismo tiempo podría aumentar nuestros niveles de actividad física y, por lo tanto, ayudar a cumplir con las recomendaciones actuales de actividad física para la salud", comentan los investigadores.