MADRID 27 Abr. (EUROPA PRESS) -
Las personas que se identifican fuertemente con un grupo permanecerán en él pese a los desafíos, tal y como ha puesto de manifiesto un estudio realizado por expertos de la UNED entre la población España.
Para alcanzar esta conclusión, los expertos analizaron las reacciones de los participantes ante tres acontecimientos relevantes: un famoso caso de corrupción que involucraba a la Familia Real, la convocatoria del referéndum en Cataluña y las elecciones municipales de 2015, donde la coalición pro-independencia consiguió un gran número de votos.
Los valores de fusión de los participantes se midieron a través de la escala verbal de fusión antes y después de cada acontecimiento, para conocer de este modo el efecto de la amenaza. Asimismo, se evaluó la disposición a luchar y morir por el grupo (España), además de la percepción sobre los lazos que unen al participante con el país en su conjunto (lazos colectivos) y con el resto de españoles (lazos relacionales).
De esta forma, los investigadores comprobaron que los retos y amenazas que se cernían sobre el grupo afectaron a las personas con alto grado de fusión, pero no a quienes estaban poco fusionadas con España. Ahora bien, mientras determinados aspectos de su alineación con el grupo se vieron debilitados, los lazos relacionales (aquellos que llevan a percibir a los demás miembros del grupo como si fueran familiares) y otros aspectos como el respaldo al comportamiento del grupo permanecieron estables.
TAREA DESALENTADORA
"Aunque los lazos colectivos se debilitaron a raíz de las amenazas existenciales hacia el grupo, los lazos relacionales no lo hicieron. Los cambios en los valores de fusión no se vieron acompañados por la correspondiente disminución en la agencia personal y el deseo de luchar y morir por el grupo, ni tampoco aumentó la intención de abandonar el grupo", ha explicado la autora principal del estudio, Alexandra Vázquez.
Ahora bien, si se aspira a debilitar esa fusión, como ocurre con determinados grupos sociales sobre los que se está poniendo el foco, el director del Grupo de Psicología Social de la relaciones intra e intergrupales y de la identidad social de la UNED, Ángel Gómez, ha avisado de que intentar reducir la lealtad de determinadas personas hacia grupos considerados problemáticos como ISIS o Al Qaeda podría ser una tarea desalentadora.
"Socavar los lazos colectivos que subyacen a los sentimientos de fusión parece ser insuficiente para promover un cambio significativo en la vinculación de estos individuos con su grupo. La investigación debería explorar si debilitar los lazos relacionales que sostienen la fusión con el grupo pueden producir cambios de comportamiento significativos", ha zanjado el investigador.