MADRID 20 Sep. (EUROPA PRESS) -
Un estudio realizado en el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) señala que las personas aparentemente sanas o, al menos, individuos asintomáticos de mediana edad, pero con factores de riesgo cardiometabólicos y aterosclerosis subclínica tienen una alteración que afecta a la red de microvasos que irrigan el corazón.
La investigación, publicada en 'JACC: Cardiovascular Imaging', destaca la importancia de evaluar la capacidad de los vasos del corazón para regular el flujo sanguíneo y suministrar oxígeno en personas sin enfermedades cardiovasculares conocidas para predecir mejor la progresión de la aterosclerosis y el riesgo cardiovascular futuro.
El estudio ha evaluado la función microvascular coronaria en 453 personas asintomáticas de mediana edad mediante resonancia magnética cardíaca para medir el flujo sanguíneo miocárdico en reposo y bajo estrés. La función microvascular coronaria es la capacidad de los pequeños vasos del corazón para regular el flujo sanguíneo y suministrar oxígeno, crucial para la salud cardíaca. Los resultados muestran que factores como el síndrome metabólico, la resistencia a la insulina y la diabetes se asocian directamente con una función microvascular coronaria alterada.
Además, la presencia de aterosclerosis subclínica en arterias periféricas y coronarias se asocia negativamente sobre la función microvascular. "Nuestros hallazgos sugieren que la función microvascular coronaria podría desempeñar un papel crucial en la predicción del riesgo cardiovascular a largo plazo en personas aparentemente sanas. Es importante considerar la disfunción microvascular como un marcador temprano en la evaluación del riesgo cardiovascular", explica la doctora Ana Devesa, primera firmante del estudio.
El doctor Borja Ibáñez, Director Científico del CNIC, cardiólogo en la Fundación Jiménez Díaz, y jefe de grupo en el CIBERCV resalta el valor único de haber utilizado la cohorte del estudio PESA-CNIC- Santander (Progression of Early Subclinical Atherosclerosis) para esta investigación.
"El uso de la población PESA nos ha permitido estudiar a personas que se encuentran en un rango de edad crucial para la detección temprana de enfermedades cardiovasculares. Al evaluar la función microvascular en esta población, hemos podido identificar patrones que podrían no ser visibles en otros grupos", afirma el doctor Ibáñez, líder de esta investigación.
Por su parte, el doctor Valentín Fuster, director general del CNIC y líder del proyecto PESA, enfatiza las implicaciones clínicas de estos hallazgos. "La disfunción microvascular coronaria, como lo demuestran nuestros resultados, es un indicador clave que debe ser considerado en la práctica clínica diaria. Estos hallazgos podrían influir en la manera en que monitorizamos y tratamos a las personas con factores de riesgo cardiometabólicos, incluso antes de que se presenten signos de enfermedad cardiovascular", señala.