Persiste rechazo social a los enfermos de sida

Actualizado: martes, 19 mayo 2009 19:42

   VALENCIA, 19 May. (EUROPA PRESS) -


   Un 20 por ciento de los españoles considera que la ley debería obligar a que las personas con VIH estén separadas en ciertos lugares para proteger la salud pública y más de un 18% está a favor de que los nombres de los infectados con el virus se publiquen en un listado para "poder evitarlos", según los datos del estudio 'Actitudes de la población española hacia las personas con VIH' elaborado por la sociedad Española Interdisciplinaria del Sida (SEISIDA).

  Este estudio, elaborado a partir de 1.588 entrevistas telefónicas, fue dado a conocer en Valencia con motivo de la presentación del XII Congreso Nacional sobre Sida, que se celebra hasta el próximo viernes en el Palacio de Congresos.

  Al respecto, la vicepresidenta del Congreso y autora del informe, maria José Fuster, apuntó que esta encuesta revela que todavía existe un prejuicio hacia este colectivo entre la sociedad española. De hecho, el 59% afirma que se sentiría incómodo si su hijo tuviera un compañero en el colegio infectado con el virus y un 40% de ellos incluso lo llevaría a otro colegio.

   Del mismo modo, el 44,5% de la población se sentiría incómodo si un empleado de la tienda donde compra habitualmente estuviera infectado o padeciera la enfermedad y el 52,3% trataría de ir a comprar a otro establecimiento. En esta línea, el 30,8% de la población estaría incómodo si algunos de los compañeros de trabajo tuviera el VIH y el 31,1% pediría que esa persona fueses cambiado a otro sitio o se cambiaría si pudiese. Además, un 18,8% de los entrevistados no mantendría ningún tipo de relación con una persona infectada, frente al 42,2% que ha declarado que mantendría una amistad y el 6,5% que podría apostar por una relación estable.

   Asimismo, recalcó que el estudio también demuestra que existe "mucho desconocimiento" sobre el Sida ya que todavía hoy más del 34% de la población piensa que se puede infectar por la picadura de un mosquito y un 17% si se comparte baño público con un enfermo. Por otro lado, el 19,3% de la población considera que las persona infectadas son culpables de padecer su enfermedad y una de cada cuatro cree que no toman medidas preventivas para evitar la trasmisión.

  Fuster explicó que se observa una diferencia por edades ya que los más discriminatoriosson los mayores de 53 años, ya que si el porcentaje de población española que muestra algún tipo de discrimación hacia los afectados se sitúa en el 33% en este grupo de edad aumenta hasta el 46%. También se ha detectado mayor discriminación y desconocimiento a menor nivel de estudios.

   Del mismo modo, la ideología también influye de forma que cuanto más se posicionan las personas hacia la derecha más intolerantes son aunque al respecto matizó que se trata de ideologías extremas en las que se defienden valores autoritarios, lo que también sucedería en los casos que abogan por una dictadura de izquierdas.

  Ante estos resultados, el estudio recomienda a las autoridades impulsar más campaña de información, disminuir atribuciones de responsabilidad y culpa a las personas con VIH, disminuir creencias erróneas sobre las vías de trasmisión y especialmente entre los colectivos de personas con bajo nivel o sin estudios y entre los mayores de 53 año y menores de 26 años, así como disminuir la imagen de gravedad del VIH, sobre todo entre las personas de 42 años.

  Los datos de discriminación en la Comunitat Valenciana son "algo inferiores" pero "no significativos" ya que la discrimación es del 30%, tres puntos por debajo. El organizador del Congreso, Enrique Ortega, calculó que cada año se diagnóstican unos 300 nuevas infecciones al año, aunque apuntó que sólo existe un registro de Sida pero no de VIH.

CONTROL DE LA DISIMINACION DEL VIRUS

  Por su parte, el presidente del Seisida, Daniel Zulaica, apuntó que los dos grandes desafíos que se deben afrontar en la actualidad son un diagnóstico precoz y controlar la diseminación del virus. Así, expuso que desde hace ochos años se ha detectado en los hospitales el aumento de ingresos de personas que ya han desarrollado la enfermedad del sida y que desconocían que eran portadores --el 30% de nuevos diagnósticos coincide con la enfermedad. Al respecto, recalcó la importancia de un diagnóstico precoz ya que los tratamientos actuales permite prolongar la vida 35 años, mientras que en caso contario pueden acabar "en una silla de ruedas" o desarrollar un tumor que les lleve a la tumba.

  Además, resaltó que el conocimiento de ser seropositivo también beneficia a sus allegados ya que se disminuyen las prácticas de riesgos un 75% y se aumenta el uso de preservativo por 3,5. "El mensaje que se debe trasmitir es que si has tenido prácticas de riesgo hazte un test porque no pierdes nada y ganas mucho", subrayó. Precisamente, comentó que en España se ha iniciado una experiencias piloto en farmacias de dos Comunidades autónomas en las que se dispone de un test para la detección que cuenta con la ventaja de la rapidez, el resultado está a los 15 minutos, la accesibilidad y el anonimato. No obstante, el principal obstáculo para hacerse una prueba es el miedo al rechazo, en un 44% de los casos, que en el caso de la familia un 355 dice sentir pavor a que se enteren.

  Zulaica recalcó que la detección precoz recobra importancia ya que "el sexo seguro propio de los años 90 ha saltado por los aires" y la consecuencia, dijo, es que los nuevos infectados están creciendo. Sólo en España se diagnosticaron 3.000 y 3.500 nuevos casos el pasado año, el 50% de ellos por relaciones heterosexuales, un 33% homosexuales y un 8% por compartir jeringuillas y advirtió de que la situación "puede empeorar" .

  De hecho, las infecciones clásicas de trasmisión sexual han aumentado en el último quinquenio un 16% en la sífilis, que se detecta a a las tres semanas, y un 3% en la gonorrea, que aparece a los cinco días, por lo que auguró que dentro de cinco años comenzará a registrarse un notable incremento de los casos de sida ya que la aparición de los primeros síntomas no se detectan hasta los siete años. "Algo está fallando que las campañas de educación sexual que no llegan a los jóvenes", dijo.

  En ese sentido, consideró que las palabras del Papa Benedicto XVI sobre el uso del preservativo y el sida "no ayudan absolutamente nada". "Es una opinión que no se sostiene desde el punto de vista científico", recalcó el organizador del Congreso, Enrique Ortega, quien subrayó que una persona "con esa responsabilidad debe ser más cuidadosa, igual que muchos obispos". "No se puede tolerar hay que valorar y asesorarse por técnicos adecuados", reclamó. Por su parte, Fuster fue más allá y consideró que suponen "un terrorismo sanitario para la Salud Pública y un auténtico genocidio", mientras que Zulaica recordó que el preservativo tiene una eficacia, con un uso corrector, del 95%, mientras que se "pueden contar con los dedos de las manos los medicamentos que la igualen".