La periimplantitis es una enfermedad "prevenible" tanto por los pacientes como por los profesionales

La periimplantitis es una enfermedad "prevenible" tanto por los pacientes como por los profesionales
La periimplantitis es una enfermedad "prevenible" tanto por los pacientes como por los profesionales - TICARE
Publicado: viernes, 13 junio 2025 18:29

MADRID 13 Jun. (EUROPA PRESS) -

Un grupo de investigadores coordinados por Ticare Implants han subrayado que la periimplantitis, una afección inflamatoria que se caracteriza por la pérdida ósea progresiva y la inflamación de los tejidos que rodean los implantes dentales, es "prevenible" tanto por parte de los profesionales como de los propios pacientes.

"Nos enfrentamos a una enfermedad prevenible, y que el paciente y el profesional pueden hacer mucho para minimizar su riesgo de aparición", ha afirmado la coordinadora del proyecto, la doctora Ana Molina, tras el análisis de tendencias clínicas en la prevención de la periimplantitis, lo que ha permitido obtener extraer una serie de recomendaciones para optimizar su prevención.

El más de medio centenar de expertos, coordinados también por el doctor Alberto Monje, en colaboración de la Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración (Sepa), han logrado alcanzar un consenso en el 70 por ciento de las cuestiones que actualmente no cuentan con la suficiente evidencia científica como para establecer recomendaciones con suficiente peso y aval.

Así, los especialistas han coincidido en la necesidad de "concienciar al paciente para que seleccione muy bien al dentista que va a realizarle el tratamiento de implantes (que sea competente en la materia) y también debe asumir la relevancia de utilizar implantes de calidad, ya que esto minimizará las complicaciones", tal y como ha explicado el doctor Alberto Monje.

Sin embargo, también se ha subrayado que el profesional encargado de liderar este tratamiento debe seguir una serie de recomendaciones y pautas para evitar casos de periimplantitis, para lo que es "fundamental" preparar al paciente correctamente antes de recibir un implante, así como tener en cuenta que su posición debe estar protésicamente guiada.

"En la aparición o progresión de la periimplantitis están implicados factores tales como el tabaco, la diabetes mellitus no controlada, la falta de mantenimiento o tener un historial de periodontitis", ha señalado Molina, que también ha apuntado a otros factores como que las prótesis no sean lavables, la posición del implante, las características del hueso alveolar y las características del implante.

El estudio también ha permitido establecer parámetros de riesgo relacionados con la cirugía para aumentar las tasas de prevención, recomendando tratar las dehiscencias de implantes cuando se produzcan simultáneamente a la colocación del implante con regeneración ósea guiada, y considerar el uso adicional de injertos de tejido blando cuando la necesidad de aumento de volumen sea más crítica.

Los científicos han considerado igualmente que existe un riesgo similar de periimplantitis tanto en hueso regenerado como en hueso nativo, si bien también depende de las propias características topográficas de la superficie del implante.

De hecho, las superficies rugosas que se introdujeron en los implantes modernos para promover la osteointegración pueden facilitar la colonización bacteriana y aumentar el riesgo de periimplantitis. Los puntos de consenso muestran que las prótesis atornilladas tienen más ventajas que las cementadas en la prevención de esta enfermedad.

Asimismo, se ha alcanzado un "alto nivel de consenso" sobre el mantenimiento y la higiene periimplantaria, siendo la capacidad de limpieza "crucial" para reducir el riesgo de periimplantitis; en pacientes con implantes, el uso de cepillos interproximales es preferible al hilo dental para el control de placa realizado por el paciente.

Los expertos también han considerado que el uso de cepillos de dientes eléctricos es mejor que el cepillo de dientes manual, y que la frecuencia de las visitas de mantenimiento recomendada para pacientes con implantes que tienen riesgo alto de periimplantitis es de tres a cuatro veces al año, mientras que es de una a dos veces al año para pacientes con bajo riesgo. De hecho, han relacionado un menor seguimiento de las visitas de mantenimiento con un mayor riesgo de sufrir esta enfermedad.

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