MADRID, 12 Ene. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Facultad de Medicina Perelman de la Universidad de Pensilvania han descubierto que las mejoras en los síntomas de la apnea obstructiva del sueño parecen estar relacionadas con la reducción de grasa en la lengua.
Utilizando imágenes de resonancia magnética (IRM) para medir el efecto de la pérdida de peso en la vía aérea superior en pacientes obesos, los investigadores han observado que reducir la grasa de la lengua es un factor primario para disminuir la gravedad de la apnea del sueño.
"La mayoría de los médicos, e incluso los expertos en el mundo de la apnea del sueño, no se han centrado típicamente en la grasa en la lengua para tratar la apnea del sueño. Ahora que sabemos que la grasa de la lengua es un factor de riesgo y que la apnea del sueño mejora cuando se reduce la grasa en este lugar, por lo que hemos establecido un objetivo terapéutico único que nunca antes habíamos tenido", han dicho los investigadores, cuyo trabajo ha sido publicado en el 'Journal of Respiratory and Critical Care Medicine'.
Unos 22 millones de estadounidenses sufren de apnea del sueño, una condición de salud grave en la que la respiración se detiene y comienza repetidamente, lo que hace que los pacientes se despierten al azar durante sus ciclos de sueño. La afección, que generalmente se caracteriza por ronquidos fuertes, puede aumentar el riesgo de presión arterial alta y accidente cerebrovascular.
Si bien la obesidad es el principal factor de riesgo para desarrollar apnea del sueño, existen otras causas, como tener amígdalas grandes o una mandíbula hundida. Los estudios sugieren que las máquinas CPAP mejoran la apnea del sueño en aproximadamente el 75 por ciento de los pacientes, pero para el otro 25 por ciento no funcionan y las terapias alternativas son más complicadas.
Un estudio de 2014 comparó a pacientes obesos con y sin apnea del sueño, y encontró que los participantes con la afección tenían lenguas significativamente más grandes y con un mayor porcentaje de grasa, en comparación con aquellos sin apnea del sueño. Por este motivo, los investigadores quisieron determinar si reducir la grasa de la lengua mejoraría los síntomas.
NUEVO OBJETIVO TERAPÉUTICO
Para ello, en el nuevo trabajo se han analizado a 67 participantes con apnea obstructiva del sueño leve a severa que eran obesos, es decir, que tenían un índice de masa corporal mayor a 30. A través de la cirugía de dieta o pérdida de peso, los pacientes perdieron casi el 10 por ciento de su peso corporal durante seis meses. Además, las puntuaciones de apnea del sueño de los participantes mejoraron en un 31 por ciento después de la intervención para perder peso.
Antes y después de la intervención para bajar de peso, los participantes del estudio se sometieron a resonancias magnéticas tanto en la faringe como en el abdomen. Posteriormente, utilizando un análisis estadístico, el equipo de investigación cuantificó los cambios entre la pérdida de peso general y las reducciones en los volúmenes de las estructuras de las vías respiratorias superiores con el fin de determinar qué estructuras condujeron a la mejora de la apnea del sueño.
De esta forma, el equipo de investigadores descubrieron que una reducción en el volumen de grasa en la lengua era el vínculo principal entre la pérdida de peso y la mejora de la apnea del sueño. Además, los expertos comprobaron que la pérdida de peso provocaba una reducción de los volúmenes pterigoideo (un músculo de la mandíbula que controla la masticación) y de la pared lateral faríngea (músculos en los lados de las vías respiratorias). Ambos cambios también mejoraron la apnea del sueño, pero no en la misma medida que la reducción de la grasa de la lengua.
"La grasa lengua es un nuevo objetivo terapéutico potencial para mejorar la apnea del sueño. Los estudios futuros podrían diseñarse para explorar si ciertas dietas bajas en grasa son mejores que otras para reducir la grasa de la lengua y si las terapias para el resfriado, como las que se usan para reducir la grasa del estómago, podrían aplicarse para reducir la grasa de la lengua", han dicho los investigadores.