MADRID, 30 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria de Atención Primaria ha avisado de que los problemas medioambientales pueden causar en los niños trastornos de neurocomportamiento, déficit de atención, hiperactividad e, incluso, peor función pulmonar.
"El impacto del medio ambiente en los niños "es mucho mayor que en los adultos, porque sus conductas, tocar todo con facilidad y llevarse las cosas a la boca, así como su altura y el hecho de que respiren más aire por kilogramo de peso que los adultos e ingieran más alimentos y más agua en proporción los hace más vulnerables a los tóxicos ambientales en un periodo en el que, además no tienen todavía desarrollados los mecanismos para eliminar los tóxicos del cuerpo", ha dicho el pediatra e investigador medioambiental Juan Antonio Ortega.
En este punto, el experto ha recordado que el cóctel químico de sustancias que se utilizan en la vida diaria que pesan más que el aire se concentran a menos de un metro de altura. Por ello, a su juicio, los departamentos de Salud y Medio Ambiente de las comunidades autónomas deberían "estar unidas" porque tanto el aire como el agua pueden afectar a la salud de la población.
"El déficit de contacto con la naturaleza tiene enormes repercusiones en los niños. Las consecuencias pasan por trastornos de neurocomportamiento, déficit de atención, hiperactividad, impulsividad, déficit de vitamina D por no tomar el sol necesario, una peor función pulmonar por no ejercitar la ventilación en un aire limpio, impronta cardiovascular y, por supuesto, un menor rendimiento escolar", ha dicho Ortega.
Finalmente, la SEPEAP ha recordado que los niños que pasan más tiempo jugando en el parque "tienen un mejor índice académico", por lo que ha apostado por reconectar a la infancia con una dosis extra de naturaleza como la mejor vacuna porque ahorrará muchos daños a los niños en los siguientes años.