El peligro de tapar el carrito de los bebés con un pañuelo

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Actualizado: miércoles, 9 agosto 2017 4:59

   MADRID, 9 Ago. (EDIZIONES) -

   En la calle se ven todos los días carritos de niños que van tapados con un paño para protegerles del calor o bien de la iluminación del sol directo. No obstante, hay que tener mucho cuidado: el calor es muy peligroso en los más pequeños y podría acarrear hasta la muerte en los casos más extremos.

   A veces, con la buena intención de protegerles podemos conseguir todo lo contrario: poner en riesgo su vida si hay altas temperaturas. Y lo más peligroso de todo es que al no verles por estar tapados no somos conscientes de si tienen calor o les ha sucedido algo.

   Además, los niños más pequeños menores de 4 años, y sobre todo los menores de 1 año, son los más frágiles ya que al tener menor reserva de agua, su temperatura corporal sube más rápido que en los adultos. Por ello, son más propensos que los adultos a sufrir un golpe de calor o la deshidratación.

   Así, los especialistas ven "muy importante" no tapar el carrito con nada, ni con una sábana, ni con un pañuelo, ni con una muselina, pese a la creencia común de que de esta manera se elude el calor y les estamos protegiendo. Así que para proteger a los más pequeños puede ser más aconsejable utilizar las sombrillas de los carritos, evitar las horas de mayor calor en verano, o pasear por la sombra.

LA TEMPERATURA PUEDE AUMENTAR HASTA 12 GRADOS

   "Tapar el carrito de los bebés con cualquier dispositivo, por fino que parezca, es peligroso, pues genera un 'efecto invernadero'", alerta en una entrevista con Infosalus.com el doctor Iván Carabaño Aguado, jefe del Servicio de Pediatría del Hospital Universitario Rey Juan Carlos en Móstoles y Hospital General de Villalba (Madrid).

   Según advierte, fruto del calor y de haber tapado el carro del niño, la temperatura en el interior del cochecito puede aumentar del orden de 10-12 grados en media hora, "con el consiguiente riesgo de deshidratación o choque térmico en el lactante".

   Asimismo, Carabaño subraya que este hecho "le puede pasar inadvertido a los padres", pues se dificulta la visualización del menor al encontrarse tapado por el pañuelo. "Por lo tanto, es una práctica a desaconsejar de manera tajante", resalta el especialista.

   A su vez, el doctor José Casas Rivero, jefe de la Unidad de Pediatría del Hospital Ruber Internacional resalta a Infosalus.com la importancia de que ventile bien el aire en los carritos una vez llegado el verano. En este sentido, señala que, si se coloca un velo para tapar el sol del niño se debe asegurar de que haya espacio, hueco, y de que pase bien el aire, que haya corriente.

   "Que se ponga un velo eso no pasa nada, de hecho quita el sol directo tipo sombrilla. Además, puede servir para que no vayan los mosquitos. Pero siempre con mucho cuidado, y atendiendo a que haya un hueco de aire y que éste circule bien para que no se convierta en un horno", sostiene.