MADRID, 13 Ago. (EUROPA PRESS) -
Un estudio financiado por el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos publicado en 'JAMA Pediatrics' ha demostrado que los pediatras pueden ayudar a los padres a dejar de fumar.
La investigación, dirigida por investigadores del Hospital General de Niños de Massachusetts (MGHfC), se realizó en cinco estados: Carolina del Norte, Tennessee, Virginia, Ohio e Indiana, y se basó en un cuestionario electrónico que rellenaban los padres en el hospital de sus hijos sobre su deseo de dejar de fumar y se les ofrecieron recetas de dos productos para dejar de fumar aprobados por la Agencia Estadounidense del Medicamento (FDA, por sus siglas en inglés): parches de nicotina y chicle, así como la inscripción en la línea gratuita para dejar de fumar del estado y el programa nacional 'SmokefreeTXT'.
Todos los fumadores participantes, independientemente de si eligieron o no intentar dejar de fumar, también recibieron mensajes motivadores de los pediatras de sus hijos.
La intervención fue una versión del programa de Esfuerzo Clínico contra la Exposición al Humo de Segunda Mano (CEASE, por sus siglas en inglés), desarrollado por Jonathan P. Winickoff, el investigador principal del estudio y médico de MGHfC.
En comparación con las prácticas de control en el estudio de dos años, las prácticas de intervención mostraron una disminución del 2 por ciento en la tasa de tabaquismo por año en toda la población de padres que los visitó, no solo entre los que aceptaron dejar de fumar.
"Dos por ciento por año no parece mucho", admite Winickoff, profesor de Pediatría en la Escuela de Medicina de Harvard (HMS), "pero a nivel de población, cuadruplicar la tasa de disminución del tabaquismo es un resultado fenomenal. Si este programa se implementara en todo Estados Unidos, tendría un profundo impacto positivo en la salud del país".
Los efectos del consumo de tabaco en la salud son una de las asociaciones mejor estudiadas en medicina. En los adultos, fumar puede provocar muchas enfermedades, desde cáncer hasta pérdida de visión. En los niños, el humo de segunda mano aumenta la probabilidad de una serie de enfermedades, incluido el síndrome de muerte súbita del lactante.
Y cuando una mujer fuma durante el embarazo, los bebés corren un riesgo mucho mayor de parto prematuro y bajo peso al nacer, lo que puede causar problemas de salud y aprendizaje que pueden seguir durante toda su vida.
"Las personas que tienen más probabilidades de tener otro embarazo son las que ya tienen un bebé y van a la consulta del pediatra --apunta la autora principal del estudio, Emara Nabi-Burza, de la división de Pediatría Académica General en MGHfC y el Centro de Investigación y Tratamiento del Tabaco en MGH--. Si queremos evitar fumar durante el embarazo, una de las mejores estrategias es lograr que los padres de niños pequeños dejen de fumar".
El uso de tabletas en lugar de papel para administrar el cuestionario permitió a los investigadores entregar videos motivadores específicos para cada estado y culturalmente apropiados para la población de la práctica, así como controlar en tiempo real lo que estaba sucediendo durante el día e impulsar nuevas promociones para dejar de fumar gratis de cada estado tan pronto como se lanzaron.
El programa ahora se está difundiendo activamente a través de los programas de control del tabaco en los departamentos de salud estatales de Indiana y Carolina del Norte, dos de los estados donde se realizó el estudio.
"Sabíamos que la visita pediátrica era un momento de enseñanza para ayudar a los padres a dejar de fumar --explica Winickoff, quien también dirige la investigación pediátrica en el Centro de Investigación y Tratamiento de Tabaco MGH--. Simplemente no sabíamos cómo ponerlo en funcionamiento. Este estudio muestra la efectividad de métodos muy simples que pueden emplearse fácilmente en cualquier estado".