MADRID 9 Feb. (EUROPA PRESS) -
Un estudio de las universidades de Utrecht (Países Bajos) y Cambridge (Reino Unido) ha demostrado, por primera vez, que administrar testosterona reduce la habilidad para 'leer la mente' de los demás, una señal de empatía, y que los efectos de la administración de testosterona se pueden predecir por un marcador fetal o prenatal de testosterona, conocido como ratio 2D:4D. Estos hallazgos se publican esta semana en 'Proceedings of the National Academy of Sciences'.
Las conclusiones de este trabajo tienen importantes implicaciones para la teoría del andrógeno en el autismo (la testosterona es un andrógeno) y confirma los resultados de anteriores estudios en roedores que mostraron que la testosterona organiza, en las primeras etapas del desarrollo del cerebro, la activación de muchas hormonas que serán importantes después en la vida adulta.
Los profesores Jack van Honk, de la Universidad de Utrecht, y Simon Baron-Cohen, de Cambridge, diseñadores de este trabajo desarrollado en Utrecht, usaron el test de 'leer la mente en los ojos' para evaluar la capacidad de un individuo para inferir qué piensa o siente una persona a través de fotografías o expresiones faciales de los ojos. Leer la mente es un aspecto de la empatía, una habilidad que muestra diferencias significativas por sexo en favor de las mujeres.
En concreto, analizaron a 16 mujeres jóvenes seleccionadas entre la población general, entre las que se encontraban mujeres con un nivel de testosterona medio hasta otras que tenían mayores niveles de testosterona que los hombres. La decisión de probar sólo con mujeres este experimento responde al objetivo de maximizar las posibilidades de observar una reducción en los niveles de empatía.
Los resultados demostraron que la administración de testosterona generaba una significativa reducción de la capacidad de 'leer la mente' y que este efecto se podría predecir a través del ratio 2D:4D, un marcador de testosterona prenatal. Aquellas personas con un ratio 2D:4D más "masculinizado" demostraron la reducción más pronunciada de su habilidad para 'leer la mente' de otros.
Estos descubrimientos implican que los niveles de testosterona afectan de forma directa a la habilidad de leer la mente de los demás, lo que explica que, en general, las mujeres realizan mejor determinadas pruebas que algunos hombres, ya que los hombres producen más testosterona que las mujeres.
Asimismo, significa que el ratio 2D:4D, un marcador de la testosterona fetal, predice los efectos que tendrá la testosterona en el futuro de un individuo. Esto sugiere que los niveles de testosterona en el útero tienen un efecto 'organizador' en la función cerebral. Además, dado que los autistas tienen dificultades para leer la mente de otros y que el autismo afecta más a hombres que a mujeres, el estudio supone un mayor respaldo para validar la teoría del andrógeno en el autismo.
Para Jack van Honk, "este descubrimiento es emocionante, porque sugiere que los niveles de testosterona prenatal advierten e los efectos posteriores de la testosterona en la mente"
Según Simon Baron-Cohen, "este estudio contribuye al conocimiento de cómo pequeñas diferencias hormonales pueden tener efectos de gran alcance sobre la empatía".