5 pautas para superar la marcha de los hijos de casa

Archivo - Madre acompaña a su hija que se va de cada. Caja de cartón, deprimida y preocupada, expresión triste.
Archivo - Madre acompaña a su hija que se va de cada. Caja de cartón, deprimida y preocupada, expresión triste. - AARONAMAT/ ISTOCK - Archivo
Publicado: miércoles, 8 febrero 2023 8:17

   MADRID, 8 Feb. (EDIZIONES) -

   Cuando un hijo se marcha de casa no suele ser fácil para los padres. Afecta al equilibrio familiar de todos los miembros. Pero también por un lado al interno de la pareja, viéndose en estos casos más afectado el miembro que a lo largo de los años ha renunciado a más aspectos de la propia vida para ocuparse de los hijos.

   Así lo afirma en una entrevista con Infosalus Anna Valentina Caprioli, psicóloga de Buencoco, quien añade en este sentido que tener un trabajo, dedicarle tiempo a nuestra pareja, a los amigos, a nuestras aficiones, y a cuidar de nosotros mismos hace que sea más fácil elaborar la pérdida del rol de padre o de madre de un hijo pequeño o adolescente.

   "Si se sacrifican muchos de estos aspectos probablemente hará que sea más difícil adaptarnos a la nueva situación familiar y el vacío que dejan los hijos cuando se marchan de casa tendrá un mayor impacto", advierte.

QUÉ PUEDE SUPONER EN LAS RELACIONES DE PAREJA

   Durante años ambos miembros se dedican a cuidar de los hijos, trabajando para poder tener ingresos para el sostenimiento de toda la familia, acompañando a los hijos al colegio, a las actividades extraescolares, dedicando el tiempo libre a satisfacer las necesidades de los niños y de los adolescentes.

   Incluso los momentos en pareja pueden verse absorbidos en conversaciones que tienen como tema principal la vida de los hijos, reconoce la especialista de Buencoco por lo que, inevitablemente, esto deja poco espacio, poco tiempo y poca energía para ocuparse del otro integrante de la pareja como un compañero de vida.

   "El riesgo que se corre es que cuando los hijos se marchan de casa los miembros de la pareja sientan que no reconocen a la persona con la que han vivido tantos años, la cual, a su vez, puede tener dificultades para reconocerse a sí misma, ya que está atravesando un cambio de vida importante. Como cada etapa evolutiva, este evento familiar supone un momento de crisis que puede permitir a los miembros de la pareja encontrar un nuevo equilibrio o puede llevar a una ruptura de la relación", advierte la psicóloga.

   Así, Anna Valentina Caprioli sostiene que los padres pueden experimentar sentimientos muy variados cuando los hijos se marchan de casa y, por ejemplo, cita que algunas personas pueden sentir tristeza y vacío porque han perdido un rol con el que se identificaban y los definía como persona; mientras que otras pueden sentir preocupación por el bienestar del hijo que se ha marchado, o enojo porque este ya no lo necesita como antes.

   "Además, es posible sentir felicidad porque ahora tiene más tiempo para dedicarse a sí mismo, o en cambio alivio, porque las responsabilidades o los conflictos con los hijos han disminuido. Todos estos sentimientos son normales y pueden durar algunos meses mientras la pareja se adapta a la nueva situación", añade.

CUÁNDO CONSULTAR CON UN EXPERTO

   En este contexto, la psicóloga de Buencoco aconseja consultar a un especialista cuando las emociones que sentimos ante estas situaciones interfieren con nuestras actividades de la vida diaria.

   "Un padre o una madre que han sacrificado mucho de la propia vida para cuidar de un hijo pueden sentir un dolor abrumador y atravesar una verdadera crisis existencial porque no sabe cómo ocupar el tiempo que, en el pasado, se dedicaba a los hijos", añade.

   También ve posible sentir ansiedad porque no se sabe si el hijo está bien, o si está tomando las decisiones correctas, y estando lejos es más difícil poderlo ayudar. "En algunos casos se puede sentir rabia o rechazo hacia el hijo que se ha marchado de casa porque ya no nos necesita como antes, o dolor porque 'nos ha abandonado'", mantiene Caprioli.

   Considera igualmente importante buscar ayuda cuando nos sentimos culpables porque tenemos una sensación de bienestar, al tener más tiempo para nosotros mismos, así como menos responsabilidades hacia los hijos, o porque han disminuido los conflictos en casa.

CONSEJOS A LA HORA DE SUPERAR LA MARCHA DE LOS HIJOS DE CASA

   Con ello, la psicóloga de Buencoco enumera los siguientes consejos que pueden ayudar a los padres que deben enfrentarse a la marcha de un hijo de casa:

   Dedicar nuestro tiempo libre a actividades que nos gustan; cuando los hijos son pequeños podemos compartir con ellos actividades que nos gustan, y de esta forma podemos evitar tener que abandonarlas por completo; si esto no es posible, es importante intentar recuperar estos espacios personales a medida que los hijos crecen y nos van necesitando menos.

   Dedicar tiempo a la pareja; cuando los hijos son muy pequeños esto puede ser un reto muy difícil, pero es importante recordar que no tenemos por qué hacer todo solos, podemos pedirle ayuda a los abuelos y contratar una niñera para que cuiden a los niños dos o tres horas cuando son pequeños.

   Intentar mantener el contacto con nuestros amigos: es importante organizar actividades con los amigos, estos momentos nos permiten confrontarnos en momentos difíciles y las experiencias de los demás, la compañía y/o un punto de vista externo puede ser de gran ayuda cuando los hijos se marchan de casa.

   Trabajar o hacer voluntariado: como todos los anteriores, tener un trabajo o hacer voluntariado también puede ser un factor de protección ya que nos hace sentirnos útiles y nos da un rol en la sociedad.

¡Nunca es tarde para empezar! No todas las experiencias son iguales y en algunos casos algunos factores como una enfermedad, vivir lejos de la familia de origen, tener poca disponibilidad económica, etc. Pueden hacer que sea difícil llevar a cabo los consejos anteriores mientras los hijos están en casa; por ello, lo importante es recordar que en cualquier momento podemos empezar a dedicarnos tiempo a nosotros mismos, a nuestra pareja, a retomar el contacto con nuestros amigos, o incluso a hacer amigos nuevos y a aprender actividades nuevas o retomar otras que hemos abandonado.