MADRID, 9 Jun. (EDIZIONES) -
Conchi Fernández es graduada en Nutrición Humana, máster en trastornos de la conducta alimentaria o TCA, y además superó uno que le robó ocho años de su vida, la anorexia nerviosa. Actualmente trabaja ayudando a personas en esta recuperación y asegura que el 100% de estas personas puede hacerlo.
Recientemente publicaba 'Sobrevivir a mí, vivir conmigo. Entender y sanar un trastorno de la conducta alimentaria' (Oberon), un libro en el que recoge todo lo que se habla sobre los TCA, combinado con su experiencia personal, y con lo que dicen la Ciencia y la Medicina al respecto.
Reconoce en una entrevista con Infosalus que la pandemia ha favorecido la proliferación de estos trastornos: "Ha supuesto un estrés muy grande y nos obligó a pasar más tiempo con nosotros mismos y a centrarnos en cosas que quedaban fuera de nuestra zona de control. Ha sido una especie de caldo de cultivo para que esas personas con predisposición genética desarrollen un TCA".
Por que sí, según afirma Fernández, hay personas que cuentan con esta predisposición genética a desarrollar un TCA, aunque también reconoce que ahora hay más casos por la excesiva exposición a las redes sociales y a las pantallas, al mismo tiempo que porque se están diagnosticando más y más casos gracias a una mayor atención que se le está prestando a la salud mental.
POSIBLES CAUSAS DE UN TCA
Para que una persona acabe debutando con un TCA dice que hay varios factores. En primer lugar, apunta Fernández, a los predisponentes, donde entraría esa parte de genética de la que hemos hablado, la personalidad, así como la cultura en la que hayamos nacido, aparte por supuesto de la educación que nos den nuestros padres, o en el colegio, los programas de televisión que veamos, o las conversaciones que oigamos sobre el cuerpo y la alimentación a nuestro alrededor. "Algunas son modificables, pero esto entraría en la prevención", puntualiza.
Manifiesta que hay casos documentados de TCA de hace millones de años, desde la Edad Media, cuando los cánones estéticos eran otros, "por lo que no se puede atribuir todo el peso a la presión estética", considera.
Por otro lado, menciona los factores precipitantes, como iniciar una dieta, un comentario que se haga sobre el cuerpo, el que una dieta que se ponga de moda; "el hecho de que las personas con las que estás te hagan ver tu mundo, tu cuerpo y tu alimentación de forma concreta, pero también una acción puede ser predisponente".
Después apunta a factores mantenedores, la educación que recibas y cómo se relacionan los que te rodean con su propio cuerpo: "Esta es una de las dificultades a la hora de recuperarse de un TCA, esa barrera que necesitas es lo contrario a lo que la sociedad nos hace creer que debemos hacer para tener éxito, estar saludables".
PREVENIR UN TCA DESDE NIÑOS
Con ello, pedimos a esta experta que nos plantee acciones concretas a desarrollar en el día a día para evitar el desarrollo de un TCA en un niño y cita, por ejemplo, unos recursos que sin darnos cuenta muchos padres empleamos, como el hacer creer a nuestros pequeños que necesitan comer cierta cantidad de comida para ser buenos, que hay alimentos buenos y otros malos, o que portarse bien significa acabarse el plato, y si se lo acaban les recompenso con otra cosa.
"Con ello me están diciendo que soy válido si me acabo un plato. También debemos evitar comentarios que hacemos incluso sobre el cuerpo de los niños, o incluso de nuestro propio cuerpo o del de otros, viendo la televisión por ejemplo", aclara.
Conchi Fernández desaconseja igualmente el comentar a los niños que no pueden comer determinado alimento porque entonces subirán de peso, que intenten meter la barriguita, o el que una camiseta no les queda bien porque están más gorditos.
"Hay que evitar estos comentarios y promover más la diversidad, que hay cuerpos más grandes, pequeños o bajitos; hablar de alimentos de forma más neutral, no necesitamos decir que el brócoli es saludable y la galleta no porque tiene mucha azúcar, sino que el brócoli es más fresquito, verde, mientras que la galleta más dulce y con pepitas de chocolate. No tenemos que hacer a los alimentos moralmente buenos o malos", incide esta especialista en TCA.
EDAD DE DEBUT
Con todo ello, esta nutricionista recuerda que la edad de debut más frecuente suele ser la adolescencia, fundamentalmente porque representa una gran etapa de cambios en el cuerpo, hormonales, y de responsabilidades que uno tiene.
"En las niñas está empezando a debutar un poco antes, cada vez se está viendo que la edad va bajando, entre los 12-18 es una edad bastante frecuente, pero en realidad en cualquier época de cambios vitales puede surgir un TCA. Por ejemplo, en las mujeres aparece otro pico en torno a la menopausia. En los niños, a veces, se empieza un poco antes que en las niñas, pero depende también porque hay casos en niños pequeños incluso antes de desarrollar la conciencia corporal", apostilla.
Explicaciones culturales y biológicas hablan de una relación de diez mujeres por un hombre en cuanto a casos de TCA, según argumenta, aunque hoy en día las diferencias culturales por la presión por el físico también está despuntando últimamente más en los hombres.
CÓMO AYUDAR EN ESTOS CASOS
Aquí recuerda que los TCA son una enfermedad que, sobre todo en las etapas iniciales, son "egosintónicas", es decir, "la persona no la percibe como una conducta desadaptativa sino todo lo contrario". Por ello, si sospechamos de que alguien a nuestro alrededor puede presentar un TCA cree que se debe intentar en primer lugar decirle que estás ahí para escucharle.
"Hacerle ver que tiene un problema no suele funcionar, pero sí decirle 'estoy aquí', 'te escucho'. Y después podemos sugerirle buscar ayuda profesional. Si es un niño, aparte de escucharle, llevarlo a esa ayuda y buscar profesionales especializados en conducta alimentaria, porque no todo nutricionista puede tratar estos trastornos", remarca Conchi Fernández.
No tienen un 100% de curación en todos los casos, de hecho, algunos no se llegan a curar, y según la estadística varía mucho, porque incluso otros casos se cronifican, pero sí que es cierto, en su opinión, que el 100% de casos tiene oportunidad de curarse.
CONSEJOS PARA UNA PERSONAS EN FASE DE RECUPERACIÓN DE UN TCA
Con todo ello, para las personas que ya están en un proceso de recuperación de un TCA, Conchi Fernández se quedaría con estos tres consejos:
1.- Paciencia, la recuperación no es de un día para otro, sino que es como mirar una página web en el móvil y que se va cargando poco a poco; aunque parece que nunca se va a cargar, tarda, es un proceso lento.
2.- Confiar en que el 100% de casos tienen oportunidad de curarse, independientemente de las conductas que mantengan y el tiempo que lleven; confiar en la ayuda y en uno mismo porque se puede ser capaz.
3.- La recuperación es una oportunidad para aprender "lecciones valiosísimas" que le servirán de forma más plena porque es un proceso muy duro, pero en el que se aprende muchísimo.
"Incluida yo misma, vemos todo el sufrimiento hemos pasado y hemos hecho pasar a otros", manifiesta Conchi Fernández, a día de hoy una joven de 24 años que durante 8 años padeció una anorexia nerviosa. Siente que lo que más le ayudó fue rendirse, dejarse ayudar, y confiar en el proceso, aceptar, y al final llegó y hoy está recuperada y puede ayudar a otras personas que pasaron por su misma situación.