MADRID, 18 Jul. (EUROPA PRESS) -
Científicos de la Universidad Johns Hopkins (Estados Unidos) han desvelado los mecanismos cerebrales que se activan cuando alguien toma una decisión al libre albedrío y no en respuesta a un estímulo o una señal, según detallan en la revista 'Attention, Perception, & Psychophysics'.
La mayoría de estudios sobre el cerebro suelen centrarse en ver la actividad cuando los individuos responden a determinadas señales o comandos, por eso ahora buscaban ver qué sucede cuando alguien toma una decisión por su cuenta y "qué partes del cerebro están involucradas en esa libre elección", ha explicado Susan Courtney, profesora de Ciencias Psicológicas que ha coordinado el estudio.
Para su experimento, realizaron resonancias magnéticas a un grupo de individuos para analizar su cerebro mientras visualizaban una pantalla dividida en dos en la que rápidas ráfagas de números y letras de colores iban de un lado a otro.
Los participantes sólo debían prestar atención durante un tiempo a un lado de la pantalla, y luego al otro, pero eran ellas quienes decidían pasar de una a otra. Al cabo de una hora, los participantes cambiaron su atención entre ambas pantallas una docena de veces.
De este modo, los investigadores pudieron observar qué sucedía en el cerebro cuando cada individuo decidía cambiar de pantalla, así como antes de tomar esa decisión, y vieron que ese momento estaba ligado a una mayor actividad en el lóbulo parietal, cerca de la parte posterior del cerebro.
Asimismo, la actividad previa a la elección, asociada por tanto al supuesto momento de deliberación, se intensificaba en la corteza frontal, en áreas relacionadas con el razonamiento y el movimiento, y en los ganglios basales, que son responsables de diversas funciones del control motor como la posibilidad de iniciar una acción. Y antes de desviar la atención hacia la otra pantalla también se inició la actividad del lóbulo frontal, como si el cerebro se estuviera preparando voluntariamente.
Estas regiones parecen mostrar dónde se encuentran las bases neuronales que subyacen a las actuaciones que se producen de forma voluntaria, al libre albedrío, ha añadido Leon Gmeindl, coautor del estudio.
Un primer paso que podría servir para ver los mecanismos cerebrales implicados en procesos más complejos "a la hora de tomar decisiones en la vida real", para ver si existe algún punto de inflexión en esa decisión.