Parkinson, una enfermedad que se duplicará en 20 años y se triplicará en 2050

Manos de persona mayor, Parkinson
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Actualizado: martes, 10 abril 2018 13:05


MADRID, 10 Abr. (EUROPA PRESS) -

La Sociedad Española de Neurología (SEN) ha advertido de que el número de afectados de Parkinson se duplicará en 20 años y se triplicará en 2050, puesto que tanto la prevalencia como su incidencia se ha incrementado en las últimas décadas en España, por el aumento de la esperanza de vida, los avances diagnósticos y terapéuticos y a una mayor sensibilización respecto a esta enfermedad.

Así, y en marco del Día Mundial del Parkinson, que se celebra este miércoles, los neurólogos han explicado que esta enfermedad es, tras el Alzheimer, el segundo diagnóstico neurológico más frecuente entre los mayores de 65 años. En concreto, el 2 por ciento de los mayores de 65 años y 4 por ciento de los mayores de 85 años padecen Parkinson en España.

No obstante, el Parkinson no es una "enfermedad exclusiva" de personas mayores, debido a que el 15 por ciento de los pacientes no superan los 50 años y también se pueden encontrar casos en los que la enfermedad se inicia en la infancia o en la adolescencia.

Además, el 70 por ciento de las personas diagnosticadas de Parkinson en España tienen más de 65 años y, actualmente se diagnostican cada año unos 10.000 nuevos casos de la enfermedad de Parkinson. Sin embargo, los pacientes tardan una media de entre 1 y 3 años en obtener un diagnóstico y los neurólogos señalan que se cree que hasta un 25 por ciento de los diagnosticados tienen en realidad otra enfermedad.

"Aunque el origen de la enfermedad de Parkinson aún se desconoce, al igual que ocurre con la mayoría de enfermedades neurodegenerativas crónicas, se cree que su aparición surge por una combinación de factores de riesgo no modificables, como el envejecimiento o factores genéticos. No obstante las formas familiares sólo representan alrededor del 5 por ciento de los casos", ha declarado el coordinador del Grupo de Estudio de Trastornos del Movimiento de la Sociedad Española de Neurología, Javier Pagonabarraga Mora.

Por ello, la exposición a ciertos factores ambientales "podría incrementar o disminuir el riesgo del Parkinson, pero el conocimiento de estos factores aún no es lo suficientemente amplio y se han encontrado resultados contradictorios en muchos estudios".

CARACTERÍSTICAS Y SÍNTOMAS

Parkinson es una "enfermedad caracterizada principalmente porque los pacientes presentan temblor de reposo, rigidez, pérdida de habilidad o rapidez para realizar funciones motoras, trastornos posturales o trastorno de la marcha", ha explicado Pagonabarraga.

Sin embargo, el especialista ha aclarado que un paciente con Parkinson puede desarrollar, entre 5 y 10 años antes del comienzo de los síntomas motores, muchos trastornos no relacionados con la motricidad, como son la pérdida de olfato, el trastorno de conducta del sueño REM y la depresión. Por lo que, "conocerlos e identificarlos puede ser clave para poder mejorar los tiempos de diagnóstico de esta enfermedad".

De igual modo, síntomas no motores como la depresión, el estreñimiento, alteración del olfato o trastorno de conducta del sueño REM podrían actuar como marcadores precoces de la enfermedad en el caso de disponer de fármacos neuroprotectores.

El estreñimiento puede aparecer a lo largo de la evolución de la enfermedad hasta en el 80 por ciento de los pacientes, la pérdida involuntaria de saliva en hasta el 75 por ciento y los trastornos del sueño afectan hasta un 90 por ciento los pacientes, especialmente en las fases avanzadas de la enfermedad, han puesto de manifiesto los neruólogos.

A ello se le suma que ciertos síntomas como la ansiedad, depresión o estreñimiento son más frecuentes en las mujeres que en los hombres, mientras que la somnolencia diurna, la producción excesiva de saliva y la disfunción sexual son más prevalentes en los hombres. Hay que tener en cuenta, además, que en el 30 o 40 por ciento de los casos los pacientes no presentan temblor.

"Los numerosos síntomas motores y no motores que conlleva esta enfermedad, junto con las diversas complicaciones que pueden surgir, hacen que el manejo de la enfermedad de Parkinson no sea sencillo. Puesto que estos pacientes precisan de un manejo adecuado, éste debería realizarse desde las Unidades especializadas de Trastornos del Movimiento", según el doctor.

OPCIONES TERAPÉUTICAS

La levodopa continúa "siendo una opción terapéutica fundamental en la enfermedad, y la gran mayoría de los pacientes tratados responden muy satisfactoriamente", ha destacado el doctor.

Pero, "el tratamiento de la enfermedad de Parkinson se basa en combinar la levodopa con los otros fármacos que potencian la funcionalidad de los sistemas cerebrales dopaminérgicos. Cuando el tratamiento con diferentes fármacos dopaminérgicos se complica con fluctuaciones motoras y discinesias, los pacientes también pueden disponer de otras terapias más invasivas, como la bomba de apomorfina, la infusión intraduodenal de levodopa o la estimulación cerebral profunda".

La apomorfina en infusión subcutánea (ASBI), la bomba de infusión duodenal continua de levodopa/carbidopa (IDL) y la estimulación cerebral profunda (ECP) están claramente establecidas como alternativas terapéuticas seguras, eficaces e indicadas cuando aparecen complicaciones motoras incontrolables con el tratamiento farmacológico.

INGRESO HOSPITALARIO

Desde la sociedad han querido resaltar que los pacientes con enfermedad de Parkinson ingresan en el hospital con mayor frecuencia y el tiempo de hospitalización suele ser más prolongado.

Entre el 20 y el 25 por ciento de los pacientes afectados por la enfermedad de Parkinson requieren un ingreso hospitalario anual y el motivo del ingreso es a menudo diferente de su enfermedad, por lo que no son atendidos en los Servicios de Neurología.

Esto hace que las complicaciones durante su estancia en el hospital sean frecuentes: Un reciente estudio europeo señalaba que el 21 por ciento de los pacientes experimentaron un empeoramiento de los síntomas motores durante el ingreso, el 33 por ciento sufrió una o más complicaciones y el 26 por ciento no recibió correctamente el tratamiento para su enfermedad, han recordado.