MADRID, 14 Jun. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Universidad de Washington (EEUU) han descubierto que los parásitos híbridos de Leishmania no son parásitos asexuales, pueden aparearse entre sí para producir descendientes fértiles que portan genes de ambos padres, lo que son signos de una verdadera sexualidad.
Así, en el estudio publicado en 'PLOS Genetics', los investigadores han asegurado que esperan usar su remezcla genética como una herramienta para encontrar genes involucrados en la virulencia en la enfermedad de Leishmania. "Lo que queremos saber es por qué una cepa causa una forma leve de enfermedad y otra causa una forma letal, o cómo los parásitos evaden la respuesta inmune", ha explicado el autor principal de la investigación, Stephen Beverley. Así, "al generar descendencia con diferentes características podemos identificar los genes que causan enfermedades graves o resistencia inmune".
Más de 1 millón de personas en los países tropicales contraen Leishmania cada año a través de las picaduras de moscas de la arena infectadas. La mayoría de las personas desarrollan lesiones cutáneas que desfiguran pero no ponen en peligro la vida. Sin embargo, si el parásito se propaga a los órganos internos causa una enfermedad conocida como leishmaniasis visceral que mata a más de 30.000 personas cada año.
Asimismo, en 2009 Beverley y sus colegas descubrieron que los parásitos podrían aparearse y producir híbridos progenie que portaba una mezcla de genes de ambos padres. Pero, la sola existencia de hibridos no es prueba de un verdadero ciclo sexual. Los científicos deben poder estudiar una segunda generación para identificar los genes involucrados en causar enfermedades o interferir con la respuesta inmune de una persona.
Para averiguar si los parásitos híbridos eran fértiles los investigadores analizaron los patrones de herencia de los apareamientos con descendencia híbrida. Como los parásitos se aparean solo en el intestino de una mosca de la arena, los investigadores crearon crías híbridas alimentando a las moscas de la arena con una mezcla de dos cepas de Leishmania.
Las personas normalmente llevan exactamente dos copias de cada uno de los 23 cromosomas, pero el número de copias de los cromosomas de Leishmania puede variar. Por lo general, la mayoría de estos cromosomas se encuentran en pares pareados, pero algunos cromosomas pueden estar presentes en tres o más copias. En trabajos anteriores, los investigadores encontraron que la progenie híbrida hereda dos copias de la mayoría de los cromosomas, uno de cada padre. Pero si sus padres llevaban copias adicionales de un cromosoma particular, los parásitos híbridos podrían heredar una tercera, cuarta o incluso quinta copia.
Para probar si los parásitos híbridos eran fértiles, los investigadores alimentaron moscas de la arena un parásito híbrido mezclado con una de sus cepas parentales o una cepa externa. Encontraron que los parásitos híbridos producían su propia descendencia y la descendencia típicamente heredaba un cromosoma de cada padre, como se esperaba para la verdadera reproducción sexual.
Asimismo, los cromosomas de los descendientes también mostraron signos extensos de recombinación genética, lo que significa que fragmentos de ADN del cromosoma de uno de los padres se habían cambiado con fragmentos de ADN del cromosoma del otro padre, otro marcador de la verdadera reproducción sexual.
SE PODRÁ MAPEAR LA UBICACIÓN EN LOS CROMOSOMAS DE LOS GENES QUE CAUSAN ENFERMEDADES
De este modo, al estudiar los parásitos híbridos y su progenie recombinada, los investigadores podrán mapear la ubicación en los cromosomas de los genes involucrados en causar enfermedades y resistir la respuesta inmunitaria. Dicho mapa genético ayudará a los esfuerzos a comprender por qué algunas cepas causan una enfermedad peor que otras y cómo reforzar la respuesta inmunitaria a los parásitos.
"La buena noticia es que generamos descendencia con nuevas combinaciones genéticas que son perfectas para nuestros propósitos", ha explicado Beverley, pero, "la peor noticia es que solo pudimos obtener un puñado, que fue suficiente para establecer su fertilidad pero no para hacer un mapa de genes de virulecia de alta resolución". Ahora, los investigadores están tratando de averiguar por qué los parásitos híbridos rara vez tienen éxito en el apareamiento.