MADRID 11 Oct. (EUROPA PRESS) -
Los casos de trastorno depresivo mayor y de trastornos de ansiedad aumentaron en más de una cuarta parte en todo el mundo en 2020 debido a la pandemia de COVID-19, según las primeras estimaciones mundiales del impacto de la pandemia en la salud mental, publicadas en la revista 'The Lancet'. Concretamente, los datos sugieren que la pandemia provocó 53 millones de casos adicionales de trastorno depresivo mayor y 76 millones de casos de trastornos de ansiedad.
En 2020, los casos de trastorno depresivo mayor y de trastornos de ansiedad aumentaron un 28% y un 26%, respectivamente. Las mujeres se vieron más afectadas que los hombres, y los jóvenes más que los grupos de mayor edad. Los países con elevadas tasas de infección por COVID-19 y con importantes reducciones en la circulación de personas -como consecuencia de medidas como el cierre de las escuelas- registraron los mayores aumentos en la prevalencia del trastorno depresivo mayor y de los trastornos de ansiedad.
Incluso antes de la pandemia de COVID-19, el trastorno depresivo mayor y los trastornos de ansiedad -que pueden aumentar el riesgo de otras consecuencias para la salud, como el suicidio- contribuían en gran medida a la carga mundial de morbilidad, afectando a millones de hombres y mujeres de todas las edades en todo el mundo.
El autor principal, el doctor Damian Santomauro, del Centro de Investigación en Salud Mental de Queensland, de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Queensland (Australia), destaca que estas conclusiones "ponen de manifiesto la urgente necesidad de reforzar los sistemas de salud mental para hacer frente a la creciente carga de trastornos depresivos graves y de ansiedad en todo el mundo".
"La promoción del bienestar mental, la focalización de los factores que contribuyen a la mala salud mental y que se han visto agravados por la pandemia, y la mejora del tratamiento de quienes desarrollan un trastorno mental deben ser elementos centrales de los esfuerzos por mejorar los servicios de apoyo", añade.
Incluso antes de la pandemia, los sistemas de atención a la salud mental en la mayoría de los países han estado históricamente infrautilizados y desorganizados en la prestación de servicios. Satisfacer la demanda añadida de servicios de salud mental debido a la COVID-19 será un reto, pero no debería ser una opción no actuar".
Se trata del primer estudio que evalúa el impacto global de la pandemia sobre el trastorno depresivo mayor y los trastornos de ansiedad, cuantificando la prevalencia y la carga de los trastornos por edad, sexo y ubicación en 204 países y territorios en 2020.
Se realizó una revisión bibliográfica sistemática para identificar los datos de las encuestas de población publicadas entre el 1 de enero de 2020 y el 29 de enero de 2021. Los estudios elegibles informaron sobre la prevalencia de los trastornos depresivos o de ansiedad que eran representativos de la población general y tenían una línea de base prepandémica.
Utilizando una herramienta de metanálisis de modelización de enfermedades, se utilizaron los datos de los estudios elegibles para estimar los cambios en la prevalencia del trastorno depresivo mayor y de los trastornos de ansiedad debidos al COVID-19 en función de la edad, el sexo y la ubicación, incluso en los lugares para los que no había estudios elegibles.
La revisión sistemática identificó 5.683 fuentes de datos únicas, de las cuales 48 cumplían los criterios de inclusión. La mayoría de los estudios procedían de Europa occidental (22) y de América del Norte de ingresos altos (14), y otros de Australasia (5), Asia Pacífico de ingresos altos (5), Asia oriental (2) y Europa central (1).
El meta-análisis indica que el aumento de la tasa de infección por COVID-19 y la reducción del movimiento de personas se asociaron con el aumento de la prevalencia del trastorno depresivo mayor y los trastornos de ansiedad, lo que sugiere que los países más afectados por la pandemia en 2020 tuvieron los mayores aumentos en la prevalencia de los trastornos.
En ausencia de la pandemia, las estimaciones del modelo sugieren que habría habido 193 millones de casos de trastorno depresivo mayor (2.471 casos por cada 100.000 habitantes) a nivel mundial en 2020. Sin embargo, el análisis muestra que hubo 246 millones de casos (3.153 por cada 100.000), un aumento del 28% (53 millones de casos adicionales). Más de 35 millones de los casos adicionales correspondieron a mujeres, frente a cerca de 18 millones de hombres.
Las estimaciones del modelo sugieren que habría habido 298 millones de casos de trastornos de ansiedad (3.825 por cada 100.000 habitantes) en todo el mundo en 2020 si no se hubiera producido la pandemia. El análisis indica que, de hecho, se calcula que habrá 374 millones de casos (4.802 por cada 100.000) en 2020, lo que supone un aumento del 26% (76 millones de casos adicionales). Casi 52 millones de los casos adicionales correspondieron a mujeres, frente a unos 24 millones de hombres.
Los jóvenes se vieron más afectados por el trastorno depresivo mayor y los trastornos de ansiedad en 2020 que los grupos de mayor edad. La prevalencia adicional de estos trastornos alcanzó su punto máximo entre las personas de 20 a 24 años (1.118 casos adicionales de trastorno depresivo mayor por cada 100.000 y 1.331 casos adicionales de trastornos de ansiedad por cada 100.000) y disminuyó con el aumento de la edad.
La coautora Alize Ferrari, jefa del equipo de trastornos mentales del Centro de Investigación en Salud Mental de Queensland, explica que "la pandemia ha exacerbado muchas desigualdades existentes y los determinantes sociales de la salud mental. Lamentablemente, por numerosas razones, las mujeres siempre han tenido más probabilidades de verse afectadas por las consecuencias sociales y económicas de la pandemia".
Añade que "el cierre de escuelas y las restricciones más amplias que limitan la capacidad de los jóvenes para aprender e interactuar con sus compañeros, junto con el mayor riesgo de desempleo, también significaron que los jóvenes sufrieran un mayor impacto del trastorno depresivo mayor y de los trastornos de ansiedad durante la pandemia. Es crucial que los responsables políticos tengan en cuenta factores subyacentes como éstos como parte de las medidas para reforzar los servicios de salud mental", alerta.
Los autores precisan que las estimaciones extrapoladas generadas para los países en los que faltan datos deben interpretarse con cautela, y piden que se mejore la cobertura y la calidad de los datos a nivel mundial.
El doctor Maxime Taquet y el profesor Paul Harrison, de la Universidad de Oxford, en Reino Unido, y la profesora Emily Holmes, de la Universidad de Uppsala y el Instituto Karolinska, en Suecia, que no participaron en el estudio, señalan en un comentario vinculado que "la primera visión global de la carga de los trastornos depresivos y de ansiedad durante la pandemia, realizada por Santomauro y sus colegas, pone de manifiesto el impacto de la pandemia en la salud mental a nivel mundial".
Y ambos investigadores suscribe los llamamientos de los autores del estudio para que se tomen medidas que refuercen los sistemas de salud mental. "Por lo tanto, el estudio debería incentivar urgentemente la realización de más investigaciones para determinar la distribución geográfica más completa de la depresión y la ansiedad, la prevalencia de los trastornos depresivos y de ansiedad, y los mecanismos subyacentes para mejorar la salud mental en el contexto de la pandemia de COVID-19 a nivel mundial", concluyen.